El Centro de Mediación Judicial se suma a la lucha de las adicciones

El consumo problemático será el eje de una capacitación que organiza el Centro de Mediación Judicial de la Segunda Circunscripción. El eje se debe a que advirtieron que las adicciones aparecían en varios de los casos trabajados y por eso quisieron saber qué hacer, cómo prevenirlo y adónde derivar las personas. El curso arranca mañana a las 14 y está destinado a quienes se de-sempeñan en el Poder Judicial, tanto empleados como agentes, funcionarios y magistrados.

Adriana Martini, la responsable de la delegación que funciona en el ala sur del edificio frente al Parque Costanera Río Quinto,  indicó que dentro de las instancias de mediación observaron que era uno de los trasfondos que surgían en las salas de las audiencias. "No solo hablamos de drogas, sino también del abuso del alcohol y del cigarrillo. En términos generales, lo vemos bastante sin que sea de una gravedad tal que intervenga con la labor de los profesionales, pero es un tema para estar atentos y eventualmente determinar ciertos riesgos. No queremos centrarnos solo en la resolución del conflicto sino también en ser un organismo de prevención hacia futuros conflictos", remarcó.

La capacitación se extenderá hasta las 19 e indagará en los consumos problemáticos, su conceptualización y marco normativo vigente; el uso, abuso, dependencia y dispositivos de abordaje; las adicciones sin sustancia: juego patológico; más las estrategias de prevención de riesgo y daño.

Será dictado por Ana Quiroga, de la Fundación de Acción Social, y María José Pérez, del Cuerpo Forense de San Luis.

La particularidad del curso es que es teórico  y práctico, con clases expositivas y actividades grupales, conclusiones y cierre. "No nos quedamos con lo normativo, con contextualizaciones desde lo legal, sino que también integra una visión sociológica y estrategias de prevención", detalló Martini.

Los interesados pueden inscribirse el mismo día y tiene un costo de $800.

La responsable del centro agregó que apuntan a contar con herramientas para ayudar a las personas. "La idea es sumar lo preventivo, saber qué hacer frente a los consumos, cómo prevenirlos y dónde derivarlos. Hemos tenido un par de casos, por ejemplo, de cuota alimentaria en los que teníamos que resguardar el cobro porque estaba sujeto al mal uso de bingos, loterías y otros juegos de azar", dijo.