Ya saben de qué fusil salió la bala que mató al soldado Bechis

Ya se sabe de qué fusil salió la bala que mató al soldado José Javier Bechis, en una práctica de tiro que se desarrolló hace dos meses en el predio del Ejército en Salinas del Bebedero. Ayer, el fiscal federal Cristian Rachid le informó a El Diario que días atrás lo notificaron de que, a través de una pericia, determinaron cuál de las 50 armas secuestradas es la que, sin margen de duda, acabó con la vida del muchacho de 19 años. El fiscal no lo confirmó, pero la habría accionado otro aspirante, compañero de Bechis. Rachid se limitó a decir que trabaja en el análisis general de esa prueba y de otras para individualizar a quien gatilló y formular la imputación. Esta podría extenderse más allá del autor material del tiro, e incluir a quienes debían controlar la práctica.

Rachid explicó que la información que puede dar en este momento del proceso es escueta. Esto es así dado que, “a la prueba documental y testimonial que hemos recabado, unimos los resultados de la pericia, es decir, interpretamos todo integralmente; así vamos a poder establecer, a prima facie, quién tenía ese fusil, quién lo operó”, indicó. 

Bechis recibió el impacto en la parte superior del brazo izquierdo cuando estaba dentro de una carpa destinada a la limpieza de fusiles. Según comentó el fiscal en base a los protocolos para el desarrollo de este tipo de prácticas, las armas deben llegar a ese sector ya  descargadas —es decir, sin los cargadores y menos aún con bala en la recámara—, por lo que se infiere que hubo una negligencia por parte del superior encargado de esa actividad.

En tal sentido, otra de las tareas que tendrá el fiscal es determinar la responsabilidad de todos aquellos que tenían que controlar ese fusil, su circuito y uso, si pasaba cargado o descargado.

Por otro lado, la hipótesis de que la muerte fue exclusivamente por causa humana se ha visto reforzada con otro dato arrojado por la pericia: el arma estaba en perfectas condiciones, apta para el disparo. Es decir, no presentaba falla mecánica alguna.

La reconstrucción que los investigadores hacen sobre la ubicación de ese fusil concuerda con la versión dada por los militares al momento de hacer la denuncia, es decir, que el arma estaba dentro de la misma tienda donde se encontraba la víctima, afectada a las operaciones de limpieza y espera de los aspirantes que iban a pasar a la línea de tiro, detalló Rachid.