La Comisaría del Menor recibió cincuenta casos por adicciones

Desde que comenzó a funcionar en marzo de este año la oficina de Atención, Información y Prevención de Adicciones dentro de la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia (Canaf) se tramitaron unos cincuenta casos de adolescentes con este tipo de problemas. En esa dependencia trabajan cuatro psicólogas y dos trabajadoras sociales que son las encargadas de hacer el tratamiento psicoterapéutico, los informes socioambientales en los domicilios y el seguimiento de cada uno de ellos por orden de la jueza de Niñez y Adolescencia Daniela Benenatti.

El subcomisario Martín Moyano informó que “la mayoría de las edades de esas chicas y chicos va entre los 13 y 17 años, y fue por consumir sustancias prohibidas: muy pocos tienen adicción al alcohol”. También señaló que “los chicos que hemos atendido han llegado por pedido de los padres que se presentan en nuestra dependencia o son los que ingresan por contravenciones ocurridas en la vía pública, que provocan que sean demorados en esta comisaría hasta darles aviso a sus tutores”.

Moyano indicó que “algunos llegaban en estado de ebriedad o de intoxicación, por lo que eran derivados al Hospital de Salud Mental para que se recuperen y después se le daba intervención a la oficina para que les hagan el seguimiento”. Otra posibilidad es por el envío de oficios judiciales que solicitan que se les haga el seguimiento a los menores y sus familiares, aunque no haya tomado intervención esa comisaría.

Destacó que también se trabaja con el otro personal técnico que está destacado en la Canaf y que los chicos que reciben un tratamiento indicado por la jueza son derivados al Centro de Prevención y Asistencia de Adicciones (CPAA) en el Hospital San Luis.

El segundo jefe de la Comisaría del Menor indicó que antes “los expedientes los tramitábamos en los dos juzgados de Familia, pero desde que se creó el Juzgado de Niñez y Adolescencia ahora todos trabajamos de manera directa con la nueva jueza”. La tarea más importante que tienen en esa oficina de Atención y Prevención es el seguimiento que deben realizar semanalmente “donde hay que controlar que los chicos estén escolarizados, que vayan a las sesiones de terapia con los psicólogos y que cumplan con el tratamiento que indican los profesionales del CPAA. También si hacen algún tipo de actividad física para que ese caso no quede solo en un papel y no tenga una conclusión”.

Por su parte, los padres de los chicos afectados por adicciones deben asistir a las audiencias que fija la jueza Benenatti para que tomen conciencia del problema y acompañen a sus hijos en la recuperación; además de presentar toda la documentación que respalde que cumplen con la terapia y el tratamiento de rehabilitación indicado. “Lamentablemente hay familias donde todos sus integrantes están sufriendo por adicciones y en esos casos el Juzgado ordena que los tratamientos tanto psicológicos como de rehabilitación se realicen en conjunto”, aclaró el segundo jefe.