"Puede enmascarar los signos de otra patología"

La farmacéutica Alicia Ávila, jefa del Programa Medicamentos e Insumos Hospitalarios, alertó sobre la práctica de la automedicación. Afirmó que ha provocado que “en los hospitales haya aumentado la estancia de internación de los pacientes que adquieren una infección por un germen resistente a los antibióticos. Esto aumenta los costos en Salud e incrementa la mortalidad en los hospitales. Y este es un fenómeno que ahora ya se está viendo en el ámbito extrahospitalario donde aparecen gérmenes”.

Si bien aclaró que todavía no hay una estadística cierta sobre este problema, reiteró que “es real que cada vez hay más casos de ingresos, a través del servicio de urgencia, por problemas relacionados con los medicamentos. Y un porcentaje importante de ellos incluye la automedicación, que entre otros riesgos, también genera que se enmascaren síntomas de alguna patología que puede ser más complicada y esto provoca el retraso de un buen diagnóstico. Por lo tanto también del tratamiento adecuado”.

Ávila también destacó que este mal hábito puede producir “el riesgo de toxicidad, ocasionar efectos colaterales, producir derivaciones secundarias propias de la acción del antibiótico que pueden inducir a una 'cascada de medicamentos', porque se le deben recetar otros nuevos para paliar esos efectos. Y en algunos casos hasta empuja a la persona a la adicción y a consumir cada vez más remedios”.

A esta práctica la farmacéutica la dividió en dos: “Una es cuando la persona recurre ante un dolor de cabeza, fiebre, tos, resfrío, una alergia o un malestar gastrointestinal. Ahí utiliza como fuente la adquisición en la farmacia de algún medicamento de venta libre o bien lo tiene en el botiquín de su casa porque algún familiar o amigo se lo recomendó”.

Ávila indicó que los medicamentos de venta libre “se los puede tomar ante un síntoma menor, pero siempre de manera responsable porque debe hacerlo por consejo médico o de un farmacéutico”. Y aclaró que aún cuando se trate de un remedio de venta libre no está exento de riesgos. “Si los síntomas persisten o empeoran, entonces la consulta con el médico debe ser inmediata. Y si no empeora el cuadro, igual se debe recurrir al especialista para evitar un próximo episodio”, afirmó.

También dijo que otra situación peligrosa surge cuando la autoprescripción se produce con medicamentos que están establecidos por el Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) y de venta bajo receta. Son antiinflamatorios, analgésicos, antibióticos y todos aquellos que se utilizan para patologías crónicas. Para estos casos dijo que los problemas son mayores "porque los riesgos aumentan en las mujeres embarazadas, en período de lactancia, en un adulto mayor con patología crónica (diabetes, hipertensión) que además está polimedicado o si se trata de un niño”.

Sobre los medicamentos con receta dijo que “no se pueden tomar si no lo ha prescripto un médico. Tampoco recurrir a ellos si hay en casa algún sobrante que haya quedado". Para el caso particular de los antibióticos tiene una importancia especial "porque es un problema para la salud pública por la emergencia a la resistencia que se produce debido a este mal hábito. Así estamos ayudando a que la resistencia de las bacterias a los antibióticos siga en aumento y en un futuro cercano nos quedaremos sin antibióticos para tratar las distintas infecciones”.

Y aclaró que “en un paciente polimedicado se puede generar un peligro de interacción con los otros remedios que está tomando. Y este fenómeno a veces puede potenciar o reducir su eficacia”. Además dijo que "ingerir ese antibiótico puede agravar aún más su cuadro de salud”.