Dos laboratorios realizan pruebas para detectar la Mosca del Mediterráneo

El Programa de la Mosca de los Frutos que depende del Ministerio de Producción, tiene dos laboratorios para que los ayuden a detectar la presencia de la Mosca del Mediterráneo en los frutales. Uno está en Villa Mercedes y es el más nuevo. El otro está en la ciudad de San Luis. Aseguran que se trata de espacios para la identificación de enfermedades. La toma de muestras se hace en los controles visuales que realizan las brigadas en los más de 20 mil domicilios que están inscriptos en el programa.

El responsable técnico del laboratorio, Héctor Barrientos, explicó que la enfermedad no es una sola mosca, sino que es un conjunto de insectos. "Para tener la certeza de qué clase de mosca son, es que se hacen las identificaciones en el laboratorio. De esa manera si llegase a entrar en la provincia una nueva especie, podríamos detectarla con la posibilidad de combatirla. Las pruebas se hacen con lupa electrónica", dijo y contó que en la provincia hasta el momento hay dos clases de moscas, aunque siempre están atentos a la aparición de nuevas.

Todos los hombres que trabajan en las cuadrillas de la Mosca, conocen el protocolo para la recolección de muestras que se usarán. Una de las principales características que debe tener el elemento testigo es que debe ser fruta que muestre algún tipo de daño, pero que esté en la planta y no en el suelo. "La fruta es analizada. En esos casos lo que buscamos son las formas más jóvenes de la plaga que se presentan como larvas. A partir de diferencias morfológicas es que podemos identificar de qué clase de enfermedad se trata", contó Barrientos.  

Una vez que los técnicos ya tienen los resultados hay dos posibles formas de actuar. La primera  es en el caso de que los frutales sean portadores de la Mosca del Mediterráneo, se procede a informarle a la cuadrilla de la zona afectada para que realicen las acciones sanitarias correspondientes. En caso de que la enfermedad sea otra, los ingenieros elaboran un informe con el diagnostico de la planta y las alternativas que existen para rehabilitar el árbol. "Como el nombre del programa lo indica, solo combatimos la mosca. Sin embargo cuando detectamos otras patologías que puedan afectar la producción de frutales, intervenimos con remedios caseros que luego cada vecino puede replicar sin afectar la salud de quienes habitan en los hogares", contó el ingeniero que desde hace alrededor de 10 años se capacita para conocer más sobre el insecto.

El técnico aseguró que desde setiembre a marzo es la época más fuerte. Luego en la cosecha de cítricos las muestras que llegan al laboratorio bajan. "En la actualidad recibimos entre 3 y 4 muestras por día por brigada, en las que el 80 por ciento son casos de Mosca del Mediterráneo", explicó el técnico quien aseguró que todos los años capacitan a los operarios que, entre otras cosas, aprenden los procedimientos que deben tenerse en cuenta para llevar una fruta al laboratorio y que sea analizada.

"La fruta que está en el árbol debe estar picada o dañada, es a partir de ahí que podemos detectar si la larva de la mosca la ataco. En cambio si se recoge del suelo, el alimento estará contaminado por otros agentes que serán los responsables de causar el daño", contó Barrientos.

Las cuadrillas que hay en la provincia son cuatro. Dos de ellos, los ubican al norte de la provincia con un equipo de trabajo que se encarga de tomar las muestras y dirigirlas al centro ubicado en San Luis. Los otros están en el sector de Merlo y Villa Mercedes que por cercanía llevan las muestras al laboratorio más nuevo de la provincia.