Las pruebas complican a dos detenidos por acosar a un chico

“Mariana” está angustiada. Su hijo de 13 años fue captado por dos pedófilos tiempo atrás. Aunque ambos fueron detenidos la semana pasada por la Policía de Villa Mercedes, a la madre del chico le preocupa que lo hayan corrompido y que además, uno de los acusados haya logrado también entrar a su casa, cuando ella estaba fuera, trabajando. En la vivienda, además del adolescente, estaban sus otros dos hijos menores, un varón de 5 y una nena de 4, que quedaban al cuidado del más grande.

En qué grado llegó a intimar el chico con el corruptor es algo que no está claro aún, porque la investigación recién comienza. Pero si el hombre llegó a concretar los abusos, la acusación contra él se va a agravar. Y hay serios indicios de que eso pasó, según trascendió de fuentes de la investigación.

En la actualidad, los dos detenidos están imputados por el delito de “grooming”, el ciber acoso sexual. El que podría terminar acusado de abuso es Walter David Díaz, un peluquero de  37 años residente en la calle Amaro Galán 48.

El otro detenido es Carlos Leonardo Canteros, de 27 años, nacido en Florencio Varela, Buenos Aires, pero radicado en Villa Mercedes desde hace unos años. Vive en calle Humberto Otogalli 1741, del barrio Ciudad Jardín, con su pareja del mismo sexo, según trascendió.

De los dos, Díaz representa la mayor preocupación para “Mariana” –el nombre de la madre del chico es de fantasía, para limitar el riesgo de identificar al menor–, porque desde que su hijo era un nene, él entraba a la casa de ella a cortarle el pelo al chico.

Ahora, cuando descubrió las conversaciones de contenido sexual entre el peluquero y su hijo, ella recordó que una vez, tiempo atrás, Díaz le había dicho que era “un nene hermoso”. En aquella ocasión, explicó “Mariana” en su denuncia ante la Policía, no le atribuyó un contenido malintencionado al comentario del hombre, al que ya le conocía dos apodos, “El Tucumano” y “El P…”.

La madre del adolescente trabaja como seguridad en una escuela, de noche. En ese horario, los chicos siempre quedan solos. Y “Mariana” halló conversaciones de su hijo con Díaz en las que el peluquero le pregunta si ella ya se fue a trabajar. Eso le hace temer que haya entrado a su casa en las madrugadas. Le dijo a la Policía que le inquieta no solo por el adolescente, sino también por los dos más chicos.

El otro corruptor, Canteros, no habría llegado al contacto físico con el menor. Esa suposición la deducen del hecho de que, en la conversación en la que, a través de una red social, acordaron encontrarse el jueves a la siesta, el hombre de 27 años le dijo al adolescente que le describiera cómo iba a ir vestido, para identificarlo.

Habían concertado una cita en el extremo sur de la calle Pirker, a una cuadra del río Quinto. Le pasó un número de celular para que se comunicaran a través de Whatsapp.

En realidad, quien acordó la cita con el acosador no fue el chico, sino su madre, que acababa de descubrir al otro acusado, Díaz, y por ese motivo le había retenido el celular a su hijo. A la mañana recibió un mensaje, a través de “Mesengger”, el servicio de chat de Facebook, en el que Canteros le pedía que se reunieran.

Eso le permitió a la mamá revisar el historial de las comunicaciones entre ellos y comprobó que ya desde el año pasado se intercambiaban mensajes. En algunos, Canteros le había mandado fotos suyas, desnudo.

Los dos acusados se han negado a declarar ante el juez Correccional Santiago Ortiz.