Villa Mercedes. fue preso por quemarle el taller a un vecino

Según lo que pudieron averiguar los policías de la Comisaría 8ª, Agustín Waldemar Almaraz es un vecino conflictivo. En el barrio 9 de Villa Mercedes ya ha tenido cruces con varias personas. Y los motivos de esas discusiones, por lo general, no han sido lógicos. En la zona ya lo conocen y saben que es "de reaccionar mal". Eso habría pasado el martes de la semana pasada cuando atacó a Sergio Rubén Soria, que vive enfrente de su casa. Primero lo golpeó con un caño y después, mientras el hombre se hacía atender en el hospital, violentó la entrada del taller donde la víctima repara televisores y otros artefactos electrónicos, entró y le prendió fuego. Este jueves todo eso le valió la prisión preventiva. 

El joven de 19 años fue procesado por "lesiones leves" y "producción de un incendio", informó el subcomisario Pedro Alaniz, jefe de la comisaría actuante. Todas las pruebas y sobre todo los testimonios recopilados la última semana, le indicaron al juez instructor Leandro Estrada que el martes 14 Almaraz agredió a Soria. Fue cerca de las cinco y media de la tarde. 

En ese momento, la víctima estaba en la vereda de su comercio, en Edison 278. Conversaba con un cliente, cuando de repente se le cruzó el ahora imputado. El joven se le acercó a los gritos. Lo insultó y lo golpeó en el pecho. Hasta unos amigos, que estaban con él, le pidieron que se calmara y volviera a su casa.  

Les hizo caso a medias. Regresó a su domicilio, pero de ahí salió con un caño y se fue otra vez contra Soria. Lo golpeó de lleno en la cabeza y el ojo izquierdo. Solo gracias a que un vecino, de apellido Ledesma, intervino pudieron frenarlo. 

En eso que el técnico era trasladado al policlínico regional, el agresor volvió. Al menos dos testigos relataron que lo vieron golpear con una barreta la puerta del local, entrar y después abandonar el lugar cuando una columna de humo salía del interior. 

Un día antes de que el juez lo procesara, el acusado se defendió. Dijo que jamás agredió al otro hombre. Que la tarde del martes lo único que hizo fue preguntarle a Soria por qué le había pegado a "Black", su perro. Según él, le había dado tal paliza al animal que "le sacó los dientes de adelante" y quedó tirado en la calle. Cuando fue a hablarle, su vecino y otro al que identificó como "un gordito" lo agarraron a las trompadas. 

En eso, el damnificado le quitó el teléfono. Dijo que no se quedó con los brazos cruzados y fue hasta la comisaría, lo denunció y cuando volvió, al ver que no le había devuelto el celular, se fue hasta su comercio. Con la ayuda de un amigo forcejaron la puerta y entraron solo para buscar su aparato, aclaró. "El lugar estaba lleno de cosas eléctricas y veo que en un tomacorrientes había un adaptador con enchufes y cables, y veo un chispazo... Decidimos irnos cuando vimos el humo", aseguró.