Cinco años de cárcel para la joven que mató a su novio en Villa Mercedes

La de la Cámara Penal 2 de Villa Mercedes fue una decisión salomónica. La mañana de este jueves, el tribunal condenó a Brisa Noemí Sánchez por el homicidio de su novio, Brian Abel Coria, ocurrido en noviembre de 2016, pero a su vez consideró que actuó en legítima defensa, avalando así la versión de la joven, que sostuvo que reaccionó ante una agresión de la víctima. La pena fue cinco años de cárcel, que la chica cumplirá en su casa, ya que goza del beneficio de prisión domiciliaria desde fines de 2016 a raíz de que estaba embarazada de Coria y que aún debe cuidar del niño.

Consultada por El Diario tras el fallo, notablemente emocionada, Brisa solo alcanzó a repetir una frase que ya había dicho en varias oportunidades: “Yo solo quería un padre para mi hijo”. Luego rompió en llanto y ya no pudo hablar.

La sala de audiencias estuvo colmada mayormente por familiares de Sánchez y por miembros de distintos colectivos feministas que acompañaron a la imputada durante todo el proceso y que incluso hicieron una marcha, este martes, para exigir la absolución de la joven tal cual había solicitado su abogado, Flavio Ávila, en la etapa de alegatos.

Si bien el defensor se mostró conforme con el fallo, la mamá de la imputada criticó que no la hayan absuelto.

La postura que en su momento tuvieron el juez y el fiscal de instrucción, y que mantuvo el fiscal de Cámara Ernesto Lutens, se situó en el extremo opuesto. Para ellos no existieron pruebas de que en los siete meses que estuvo en pareja Brisa haya sido víctima de violencia de género por parte de Coria. Por eso pidieron que la condenaran a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado por mediar una relación de convivencia.

Finalmente, el tribunal la halló responsable de ese mismo delito pero en “exceso de la legítima defensa”.

Maltratada

Brisa conoció a Brian en marzo de 2016 y en seguida se pusieron de novios, aunque se fueron a vivir juntos tres meses después, a una casa de calle Bolívar 558 donde también residían su suegra y su cuñado.

La joven siempre sostuvo que la violencia psicológica y física de Brian comenzó casi en simultáneo a la convivencia y que ningún familiar de Coria salió a defenderla nunca.

Su versión es que la víctima, que tenía 23 años, era terriblemente celoso. Le quitaba el celular y mantenía abierto su Facebook en el teléfono para vigilar los comentarios que recibía.

La tarde del sábado 12 de noviembre, su madre la invitó a salir a pasear. Cuando le avisó, Brian se enojó, la zamarreó, le pegó un coscacho, le rompió la ropa en un forcejo y le dijo que si se iba, no volviera. Empezó a tirarle la ropa, declaró ella, y dijo que cuando él se dio vuelta para buscar más prendas, ella tomó un cuchillo que tenía cerca y le pegó dos puntazos, uno en el cuello.

Coria murió al día siguiente en el Policlínico Juan Domingo Perón.