Iban de Villa Mercedes a San Luis en carreta y fueron asistidos por la policía

Las noches de junio no son para estar a la intemperie, mucho menos para permanecer en una autopista viajando en carruaje, o parando para hacer noches en carpa. Esto es lo que pensaron los inspectores de la Policía Caminera, Juan Hauría y Diego Aguilera, apenas recibieron un llamado en el que les avisaban que un grupo de personas viajaba de esa manera hacia la ciudad de San Luis. "Nos avisaron que estaban cerca del peaje de La Cumbre. Ni bien pudimos verlos identificamos a dos hombres, pero al acercarnos descubrimos que también viajaba una mamá con su hijito de 4 años", contó Hauría. Eran aproximadamente las 19:30 del jueves, justo cuando el sol ya se había escondido, estaban en la Autopista Serranías Puntanas kilómetro 773.

La familia partió desde el barrio San José, ubicado en el extremo sur, de la ciudad de Villa Mercedes con la ilusión de tener oportunidades de trabajo y una mejor educación para Benjamín, el pequeño que iba abrazado a su mamá, Margarita Amaya, debía llegar antes del viernes para comenzar la escuela.

A la intemperie. La familia fue alcanzada por los inspectores.

"Los encontramos en un carruaje que iba por el costado de la ruta. Jorge Daniel Lacerna el papá de Benjamín, de 29 años; que iba con Luis Dalmonin, de 33 años un amigo del señor. Hablamos con ellos, les recomendamos que buscáramos un refugio para dejar el caballo. Les dijimos que nosotros los íbamos a llevar hasta la casa del papá de la mujer", dijo el oficial y siguió su relato: "Habían estado haciendo noche en Fraga. Benjamín nos contó que el papá le hizo una carpa y que había visto la luna".

Hauría especificó que al encontrarlos tenían mucho frío. "Al principio el niño estaba asustado. Hablamos con él, lo contuvimos y le dimos alimentos. Gracias a Dios todos estaban bien. A los señores les dimos agua caliente. Guardamos el caballo de Benja, que se llama Pancho, y partimos hacia San Luis. Mi compañero, que manejaba el móvil, se emocionó mucho porque él tiene un hijo con el mismo nombre. Es un bebé, le compramos algunas cositas, se puso muy contento. Son situaciones que nos afectan mucho", expresó.

El inspector de la Caminera relató: "Desde el principio percibimos que toda la familia actuaba con mucho respetos, son humildes. Además nos agradecían todo el tiempo. El nene también. Al mirarle los ojitos se nos estrujaba el corazón. Teníamos los sentimientos siempre a flor de piel", contó y dijo que el grupo estaba apurado por llegar ya que el nene tenía clases al día siguiente.  

Ya instalados en la casa del padre de Margarita, ubicada en el barrio Libertad, la familia buscará un mejor futuro para todos. "Lo van a tener porque se nota que son buenas personas. Cuando nos encontramos con estos casos me enorgullece ser policía, porque nos fortalece y nos gusta mucho. La gente agradece estas cosas, muchos nos lo agradecieron, pero es nuestro deber cuidar a la gente", concluyó Hauría.