Polémica en Corrientes: una jueza otorgó una adopción prenatal

Corrientes se vio sacudida por estos días por una gran polémica, luego de que una jueza autorizara una inédita adopción prenatal; es decir, antes de que la beba naciera. Pero la historia tiene otros aspectos controvertidos: la joven madre pidió el aborto no punible porque quedó embarazada al ser violada por su padrastro, y la magistrada lo autorizó, pero luego de ser atendida en el hospital la chica cambió de opinión. La asociación Católicas por el Derecho a Decidir denunció que fue mal informada e "inducida" a llevar adelante el embarazo.

La medida fue dispuesta el 12 de julio último por Marta Legarreta, jueza de Familia de Paso de los Libres, quien además inició una demanda contra el padrastro de la víctima, de 18 años, por abusar sexualmente de ella reiteradamente desde que tenía 13 años.

En su fallo, la magistrada decidió otorgar a una pareja, con "carácter cautelar, urgente y condicionada a la ratificación del consentimiento materno en un plazo de 45 días", el cuidado personal provisorio de la niña que nació el 21 de julio en el hospital "San José".

La abogada Soledad Deza, de la agrupación Católicas por el Derecho a Decidir, explicó que la adopción prenatal "no está regulada" en la legislación argentina.

El caso salió a la luz luego de que la joven, embarazada de 23 semanas, escapara de su hogar en la localidad de Alvear, a 440 kilómetros de la capital correntina, hacia la casa de una tía en el paraje Yuquerí, en Paso de los Libres.

Acompañada por ella, la joven fue al juzgado de Legarreta para pedir el aborto no punible. Denunció que quedó embarazada tras ser violada por su padrastro. La adolescente ya tiene otra hija de 2 años, también del violador.

"No quiero tener de nuevo otro bebé a la fuerza, producto de una violación", le dijo la joven entonces a Legarreta, quien en un principio aceptó su pedido de aborto no punible. Pero en el hospital "se interiorizó de los riesgos que implicaba el tratamiento, por lo que decidió entregar en adopción a la niña por nacer", según la versión plasmada por la jueza en su fallo.

En el expediente figura que las psicólogas del hospital que la entrevistaron aseguraron que luego de haber recibido la información sobre las consecuencias y riesgos de un legrado a las 23 semanas de gestación, "libremente decidió continuar con su embarazo para luego dar el bebé en adopción".

Para la abogada Deza, la información fue incompleta y direccionada: le "aconsejaron" seguir con el embarazo. "Hay profesionales de la salud que le dijeron que era peligroso el aborto, lo que es una objeción de conciencia encubierta en pos de una maternidad forzada, objeción que se traduce en brindar información falta o sesgada que niega los peligros de un embarazo y un parto en una niña".

"Hay agentes de salud que violan la autonomía de la paciente e imponen maternidades. Ella podría haber accedido a una práctica lícita de interrupción del embarazo que, por lo que surge de las informaciones, no estaba disponible para ella", añadió.

Hasta el momento la joven mantiene la decisión de dar a la beba en adopción. Tiene tiempo hasta el 31 de agosto para rever su postura.