Detuvieron a un docente sospechoso de abusos en el Centro de Día "La Esperanza"

Un ex docente del Centro de Día "La Esperanza" fue detenido este martes a la tarde por orden de la jueza Penal 3 Virginia Palacios, bajo la sospecha de ser autor de tocamientos y corrupción de menores en perjuicio de jóvenes con capacidades diferentes que asisten a esa institución, ubicada en Sarmiento al 300, en la ciudad de San Luis. La investigación inició a partir de una denuncia anónima.

Formalmente, Leopoldo Alejandro Álvarez, de 41 años, está imputado por “Abuso sexual simple, agravado por ser encargado de la educación, en concurso con corrupción de menores agravada”. Posiblemente mañana sea trasladado a tribunales, para la declaración indagatoria.

La aprehensión de Álvarez fue cerca de las 18 en el pasaje Salles al 1700, entre Tacuarí y Luján, a unas siete casas de su domicilio, detalló el director general de Investigaciones de la Policía, comisario mayor Roberto Molina. Según lo que les dijo el propio imputado, ya no trabaja en el Centro de Día "La Esperanza", refirió el comisario. Pero sí cumplía en la actualidad funciones en una escuela autogestionada, como docente integrador, indicó otra fuente.

La jueza Palacios refirió hoy que “sin perjuicio de haber ordenado la detención del docente, ha pasado a disponerse, con habilitación de día y hora, cuál va a ser la situación o temperamento procesal que se adoptará contra algún docente y/ o directivo (del Centro de Día 'La Esperanza') que habría tenido conocimiento de los hechos” y no hizo nada.

Según explicó una fuente, a partir de lo referido en la comunicación anónima, hicieron averiguaciones para tratar de identificar y ubicar a los jóvenes señalados como víctimas. No fue una tarea sencilla, pero con la colaboración de la Policía de El Volcán esto se logró. Luego citaron a la madre de los jóvenes, quien fue acompañada por ellos.

Inicialmente, ambos negaron los hechos y se retiraron. Pero luego, uno de ellos regresó al juzgado y confirmó lo que indicaba la denuncia. Dijo que no había sido el único afectado y que él hablaba por todos esos compañeros que, por alguna imposibilidad, no podían hacerlo.  

El muchacho habló de los manoseos a los que lo sometía el docente y contó, además, que el maestro enviaba desde su WhatsApp fotos de sus partes íntimas. Luego, en un allanamiento realizado durante la investigación, la Policía logró secuestrar un celular, que fue analizado por peritos del Departamento de Investigación de Delitos Complejos del Poder Judicial. Ellos constataron que desde ese teléfono había enviado imágenes con contenido como el referido por el alumno.

La jueza destacó el hecho de que la causa haya podido tramitarse a partir de una denuncia anónima, ya que fue el primer paso para comenzar las averiguaciones a partir de las cuales se recogieron los indicios que ponen en situación complicada al docente.