Ni peatones, ni conductores respetan las sendas peatonales

En una ciudad con calles de la misma jerarquía y pocas avenidas, en cada esquina autos y peatones se disputan quién tiene prioridad de paso. La postal se repite en casi todos los casos de la capital puntana: gente que cruza de manera irresponsable y conductores que no respetan la senda peatonal.

Ambas partes se endilgan la culpa mutuamente, y se suma el inconveniente de la falta de semáforos y señalización.

El Diario realizó un relevamiento en tres puntos de la ciudad para conocer el comportamiento de los ciudadanos que visitan el centro puntano. Uno de ellos fue en avenida España entre San Martín y Rivadavia, frente al Centro de Gestión Municipal (CGM); allí se contabilizaron 10 personas en un lapso de cinco minutos que cruzaron la avenida por lugares no permitidos, sin tener en cuenta el semáforo que habilita el paso de los vehículos. 

Uno de los taxistas que tiene parada en la exterminal de ómnibus, Ramón Juárez, opinó que es una situación común que observa en toda la ciudad desde hace muchos años y que la causa es la falta de educación. "En el centro es peor. A veces cruzan sin mirar en qué dirección vienen los autos. Uno tiene que frenar de golpe con el riesgo que eso implica para los vehículos que vienen atrás", explicó y agregó que los transeúntes conocen las normas de tránsito pero, al no haber una sanción, no les dan importancia.   

La plaza Independencia, sobre 9 de Julio, es un claro ejemplo del desorden en el tránsito. La esquina con Rivadavia es un punto de conflicto por la cantidad de vehículos que circulan: los que siguen hacia el este (incluidos colectivos), los que doblan hacia el sur y los que circulan norte-sur. En ese escenario, los peatones cruzan de vereda a vereda por donde pueden. Angelina Arancibia trabaja en los alrededores y luego de pasar de una esquina a otra por la senda peatonal explicó que habitualmente lo hace de la manera correcta pero que los autos no le dan prioridad; por ello, en horas pico, debe esperar unos cuantos minutos ya que hay mucho tráfico y en la zona no hay semáforos.

La parada de colectivos que está en la misma plaza, sobre 9 de Julio, se ubica a mitad de camino. Quienes llegan usando ese transporte bajan y sin subirse a la vereda cruzan hacia la del frente entre los autos, con la falsa seguridad de que en todos los casos la prioridad la tiene quien va a pie.

A unas cuadras, en el corazón de la ciudad donde confluyen Junín, San Martín y la avenida Illia, sucede lo mismo con quienes caminan, con el atenuante que —como en muchos otros lugares— la senda por donde deben cruzar los peatones no está debidamente señalizada.

Uno de los comerciantes con su negocio sobre Junín explicó que observa mucha imprudencia. No obstante, reconoció que las marcas que indican por dónde pasar no son claras. "Transeúntes y conductores deben aprender a ser más respetuosos entre sí, para mejorar la convivencia", destacó.

Los semáforos para peatones que se ubican principalmente en las esquinas de las cuatro avenidas muestran algunas falencias según los usuarios, quienes dicen que no están visibles. Además, el tiempo para cruzar en algunos casos es muy escaso, por lo que una persona mayor que camine despacio se quedará a mitad de camino cuando el verde deje avanzar a los autos.