Los aviones de la V Brigada realizan prácticas nocturnas

Escuchar el rugido de un avión al pasar no es algo extraño en Villa Mercedes, dada la cercanía que tiene con Villa Reynolds, donde está la sede de la V Brigada Aérea. Pero cuando ese estruendo se siente de noche, despierta la curiosidad de los vecinos. Por eso, el jefe de la base, Fabián Capellino, explicó que durante toda la semana realizarán los vuelos de adiestramiento que debe cumplir el personal militar de forma periódica para continuar con su labor.

Las prácticas comenzaron el lunes y durarán hasta el fin de semana, desde la puesta del sol hasta la medianoche. “Ese es el parámetro técnico para arrancar, que en este momento es alrededor de las 19:55 y terminamos a las 00, porque a esa hora debe cerrar el aeropuerto, sino suelen extenderse un poco más”, agregó el comodoro.

Los vuelos de noche son parte importante de la formación de los pilotos y tienen características diferentes a los que se hacen de día. Por eso, deben entrenar con visores, hacer interceptaciones y otras acciones necesarias para el control del espacio aéreo. Dominar estas técnicas es un requisito para que la Fuerza Aérea Argentina les otorgue las habilitaciones para manejar los aviones de guerra.

“El adiestramiento se basa en la constancia. Es como si tomaran el examen para el carnet de conducir cada tres meses. La FAA controla que nosotros hayamos practicado determinados temas y con cierto tipo de exigencias. En cambio, las aerolíneas comerciales tienen otro tipo de vuelos y de habilitaciones”, amplió.

Por eso, todos los integrantes de la fuerza deben realizar estos entrenamientos, tanto los alumnos como los que ya están en actividad. Por lo general, los trayectos de vuelo se hacen por todo el sur de San Luis y parte de la provincia de Córdoba, “pero ahora como hay menos tránsito se puede usar  el sector de Río Cuarto y Villa Reynolds”, dijo.

Además, todas las aeronaves de la V Brigada están abocadas a la tarea, que son cinco entre los modelos A4-AR y Cessna 182.

Cada nuevo turno de adiestramiento es especial para el personal de la base de Villa Reynolds, tras el recuerdo reciente del accidente que le costó la vida al joven piloto Gonzalo Britos Venturini en agosto. Capellino sostuvo que aún no están los resultados finales del informe que elabora una junta de investigación de la fuerza, pero que los datos preliminares mostraron que no era necesaria ninguna investigación sobre el funcionamiento del resto de aviones ni de las prácticas. "En la parte del sentimiento por la partida de un camarada es muy duro, pero tenemos que seguir adelante y hacer honor a todo el esfuerzo y la entrega que había hecho el capitán", expresó.