Problemas para los ovinos, el algodón y las peras

Cada mes, la entidad rural Coninagro publica el estado de las economías regionales. Y lo hace de una manera curiosa, pero a la vez didáctica: un semáforo con sus tres luces, indicando en rojo aquellas que tienen más problemas.

La realidad es muy cambiante y suele suceder que algunas que atravesaban una crisis luego se levantan porque mejoraron los mercados o algún avatar hizo que subieran los precios. Y otras recorren el camino inverso hacia el abismo.

En general, en un país que está eternamente en crisis lo más factible es que las economías regionales respondan a ese patrón. Por eso el semáforo de abril trajo noticias en cierta medida alentadoras con apenas tres actividades en rojo, ya que además hay que agregar el acoso de la pandemia, que tiene a la economía frenada y trajo muchos problemas para circular y mover materias primas.

De esas tres, hay dos que tienen actividad en San Luis. Una es la industria del algodón, que si bien posee su mayor desarrollo en Chaco, gracias al riego y a algunas inversiones en el corredor Quines-Candelaria, también se cultiva en el norte puntano. Sus problemas están relacionados con los números muy finos que manejan los productores y las exportaciones, que son menores a las del año pasado, según Coninagro.

Otra con actividad en San Luis es la cría ovina, que ha ido creciendo de la mano de una especialización más acentuada. Los argumentos son los mismos: exportaciones frenadas, precios en picada y costos crecientes para quienes tienen ovejas.

La tercera economía regional en rojo tiene su asiento en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén. Se trata de las manzanas y las peras, con valores que reciben los productores que cayeron un 10% respecto del año pasado, y encima en un contexto inflacionario. Ahora se sumó Rusia como destino en el exterior, pero el número total de lo exportado se mantuvo igual.

Con un buen pasar
 

En el otro extremo, entre las economías con luz verde, hay algunas que son una fija, como la cría bovina, la porcina y la de aves, a lo que ahora se sumaron los granos en plena cosecha de la campaña gruesa. Los criadores bovinos tienen precios y costos a la par de la inflación, más faena y consumo estable; en tanto que los porcinos mostraron buenos índices productivos y de comercio. Las avícolas mantuvieron sus mercados externos, aunque hay dudas con los precios, ya que tienen sobrestock.

Los granos le apuestan todo al trigo, del que se espera una buena campaña tras algunas dudas con la soja y el maíz. Otras economías que andan bien son las hortalizas, los cítricos dulces, el maní y la yerba mate, que actualizó sus precios en abril y tiene la producción en alza.

En el caso de las hortalizas, fue muy claro que los precios se dispararon durante la cuarentena, aunque aún hay dudas sobre la logística y el consumo. Los cítricos dulces exhibieron su tradicional repunte estacional de cotizaciones y están a pocos meses de la cosecha, que es en invierno. Finalmente el maní, que tiene un buen desarrollo en la provincia, recibió una mejora temporal de precios que quizá ayude a recuperar la superficie de siembra perdida en los últimos cuatro años.