En junio juzgarán a un hombre que embistió y mató a un joven

El pasado miércoles se cumplieron dos años de la muerte de Franco Matías Pereira Morán, un joven de 18 años que iba como acompañante en una moto que fue embestida por otra en la esquina de la avenida 9 de Julio y Pringles, en Quines. Según señaló Andrés Fernández, el abogado que junto a Nelly Pereyra representa a la familia del chico fallecido, el 22 de junio comenzará el juicio al acusado a través de Cisco Webex, el sistema utilizado por el Poder Judicial para realizar las audiencias en este contexto de pandemia.

“La familia está bastante angustiada y ansiosa por darle un cierre a esta situación emocional que vive. Es algo desesperante, dado que han pasado dos años y todavía no ha podido obtener justicia”, expresó el letrado. El hecho ocurrió a la 01:47 del domingo 27 de mayo de 2018.

Fernández señaló que si bien fue procesado con prisión preventiva por “Homicidio en accidente de tránsito agravado”, Diego Armando Olguín, el imputado, actualmente goza de la excarcelación, beneficio al que acceden quienes  no tienen antecedentes penales y son investigados por un delito cuya pena no supera los cinco años, como en este caso, explicó.

En principio, el tan esperado inicio estaba previsto, según el abogado, para marzo. Pero ante la pandemia fue postergado para junio. “Esta audiencia es como una normal, donde se cita a los testigos y se los analiza”, detalló. Y agregó que, al igual que la defensa del imputado, ha solicitado que se examinen los registros de la cámara de seguridad de un comercio de la localidad que filmó el trágico hecho. 

“Pedimos que se estudie el video cuadro por cuadro. Pero esa pericia no se ha podido hacer hasta el momento por la situación económica y el valor de la misma. También pedimos la reconstrucción del hecho e hicimos una presentación para que se aceleren los tiempos del debate y que este se concrete, ya sea de manera digital o de manera oral y pública, pero entendemos que ante la pandemia nos vemos perjudicados para que así sea”, consideró Fernández.

En el video se ve que en el cruce de las calles aparecen primero dos motos que iban casi a la par, en igual sentido y aparentemente a ritmo normal. En una de ellas, una Motomel Biz gris 110, iban Pereira y su amigo Jorge Arce, de 18 años. Circulaban por la avenida 9 de Julio hacia el oeste cuando fueron colisionados por otra moto de igual marca, de 150 centímetros cúbicos. Esta última era conducida por Olguín, quien transitaba por Pringles hacia el norte junto a Érika Dayana Díaz, de 23. Ese rodado aparece en la intersección de modo imprevisto y a alta velocidad.

Moto. La víctima iba con un amigo en el rodado que fue colisionado.

Escapó e intentó desligarse

Mientras el resto de los partícipes del choque estaban en el piso,  Olguín se puso de pie y abandonó el lugar caminando, sin brindarle ayuda ni a su propia amiga ni al resto de los heridos.

Pereira y Díaz, quienes iban como acompañantes en sendos rodados, fueron quienes resultaron más golpeados y debieron ser trasladados al Hospital San Luis. El joven murió camino al centro de salud, mientras que la chica quedó internada en observación,  con traumatismo de cráneo, pero fuera de peligro.

Por otra parte Arce, el amigo de Pereira, fue atendido en el Hospital de Quines.

Luego Olguín fue a la comisaría de la localidad, donde comentó que había sido parte del choque. Se retiró con la excusa de que iba a hacerse ver por un médico en el hospital. Una vez allí, constataron que no tenía heridas de gravedad, por lo que el hombre regresó a la dependencia, esta vez trasladado por la Policía en carácter de detenido. Un alcohotest acusó que tenía 1,20 gramo de alcohol por litro de sangre, mientras que a Arce la misma prueba le dio cero.

Finalmente, el 7 de junio de 2018 la jueza Penal 3, Virginia Palacios, procesó a Olguín por “Homicidio en accidente de tránsito agravado” y le dictó la prisión preventiva. La magistrado consideró que su modo de actuar negligente y sin respeto por las normas fue causal del choque en el que murió Pereira.

En su versión sobre los hechos, el imputado intentó desligarse e inculpar a su amiga. Por eso, la magistrada, explicó en la resolución que por parte de él hubo “maniobras tendientes a eludir su responsabilidad colocando la conducción del rodado en cabeza de la ciudadana Díaz”. La joven declaró que el rodado era suyo, pero que se lo pasó a él poco antes de la colisión, dado que no se sentía bien, ya que estaba enferma.

Los testigos también lo complicaron. Dos amigos de Arce y del fallecido, que iban en otra moto casi a la par de ellos y un automovilista que también circulaba por la zona al momento del hecho afirmaron que quien iba al volante de la moto embistente era un hombre. Inclusive el automovilista lo reconoció, ya que era vecino de él.