Cómo ahuyentar las aves de un sistema productivo

La repercusión económica que eventualmente ocasiona una plaga de aves en un sistema productivo puede ser enorme. “Es un problema que afecta a todos los que se dedican a la agricultura, tenemos que armarnos y enfrentarlo. Además genera miles de millones de dólares de pérdidas anuales para la agricultura mundial por el efecto dañino o por la intoxicación de las aves en los cultivos”, enfatizó Alfredo Cartellone, jefe del Subprograma Colonia Agrícola de Sol Puntano.

En el caso específico del predio experimental, que trabaja la producción frutihortícola de manera intensiva, las aves más frecuentes son las catas, las palomas y los loros barranqueros. “Se han convertido, en los últimos seis años, en un grave problema. Hemos notado que el loro barranquero incluso ha llegado a provincias como Salta y Mendoza y van directo a los cultivos de viñedos. Aunque San Luis no está exenta a esta problemática”, indicó el funcionario.

Las palomas atacan campos de cereal y otros cultivos. Cartellone afirmó que estos animales hicieron prácticamente inviable la producción de girasol en la provincia: “Es impresionante la cantidad que hay, se meten en los campos y arrasan con todo lo que encuentran en la planta, llegando a niveles que superan el umbral del daño económico que ocasionan, es decir que son mayores las pérdidas que las ganancias, y un productor termina cosechando menos de lo que le costó sembrar”, aseveró.

Las bandadas pican y comen uvas, manzanas, membrillos y cerezas, “se concentran en cualquier tipo de cultivo que dé frutos. Uno de los más rentables que tenemos en el predio es el almendro, entonces allí enfocamos los mayores cuidados. Inician con las yemas en primavera, las flores en la época de floración, después con el fruto recién cuajado y la pepita, cuando apenas se forma. También están presentes cerca de la fecha de cosecha, en febrero, es decir que durante todo el ciclo están comiendo y llega un momento en el que ya no te conviene cosechar porque dejan muy poca cantidad”.

Especialistas y productores trabajan en conjunto para encontrar una solución técnica para manejar este tipo de plagas. Y aunque no todos tengan la misma capacidad económica, el problema persiste. En el caso de pequeños huertos, los daños producidos por los pájaros pueden ser más limitados, pero en ambos niveles conviene no ignorar el problema y solucionarlo de una manera rápida, eficaz y rentable. Además hay que tener en cuenta que es virtualmente imposible espantar al ciento por ciento de los pájaros de una cosecha.

Según explicó Cartellone, lo primero y fundamental es identificar qué especies de pájaros causan problemas. En Sol Puntano uno de los sistemas que utilizan es la malla antigranizo que cubre hasta el suelo y que evita por una cuestión física el ingreso de aves al área productiva. “Este método es costoso porque además de colocar la malla hay que cerrar herméticamente todo para que no entren donde están los cultivos”, opinó el especialista.

“Hay quienes apelan al uso de aves rapaces, que es comúnmente llamado cetrería, que es otra forma de combatirlas ya que naturalmente son enemigos, y las más grandes se comen a las más chicas. Entonces cuando los loros o las palomas perciben que se acerca por ejemplo un águila o un halcón, se van, los ahuyentan. De todas maneras es un sistema complicado porque tenés que tener una persona que se dedique permanentemente a esta tarea dentro del sistema productivo”, aseguró Cartellone.

Otra manera de espantar a una bandada es a través de ultrasonido. La molestia acústica es un método eficazmente probado, esa técnica tiene un costo mucho más bajo que otras. “El problema es que luego de un período de tiempo se acostumbran a las ondas sonoras y no tardan mucho en volver sobre los cultivos. Lo mismo sucede con el antiquísimo método del espantapájaros”, afirmó.

“En la actualidad hay también un sistema láser que se llama Agriláser. Un productor lo puede comprar, aunque generalmente se alquila, y funciona bien en pequeñas superficies que miden entre 15 y 20 hectáreas”, dijo el funcionario, y añadió que este método consiste en colocar un dispositivo en una torre que responde a una programación. Funciona con electricidad o energía solar y realiza un barrido con un láser potente que detecta al ave; el animal percibe una molestia, siente que ya no está en una zona segura y se va. “Esta manera de ahuyentarlas ha logrado controles de plagas en un 80 o 90 por ciento del daño que antes se registraba. Como es controlado por un programa, el sistema hace que sea muy aleatorio el barrido”, agregó.

Los pájaros atacan frecuentemente los cultivos que están cercanos a árboles, ya que los utilizan para descansar, tener una buena visión de la zona y/o protegerse. Cartellone contó que en Sol Puntano “nos ha pasado de sembrar líneas enteras con plantines hortícolas, criados durante cuarenta días en nuestros invernáculos, y cuando los hemos llevado a campo, al otro día no quedó ninguno. En solo unos minutos arrasan con hileras enteras de lechuga, de remolacha, de flores, de frutales, de uvas y de cualquier cultivo. Lo importante es implementar sistemas que no sean dañinos con el medio ambiente”, concluyó.