Lo condenaron a 14 años de cárcel por abusar de su hijastra

Este miércoles, en la puerta de la Cámara de Apelaciones de Concarán, integrantes de la Red Contra la Violencia del Valle del Conlara colgaron carteles en los que pedían una condena ejemplar para Cristian Mora, acusado de violar a quien era su hijastra, en Tilisarao. Y en efecto, el hombre supo que seguirá preso: el tribunal lo declaró responsable de los ataques contra la integridad sexual que han marcado buena parte de la vida de la joven, que actualmente tiene 21 años. Los jueces le impusieron 14 años de cárcel.

Según lo informado por la oficina de prensa del Poder Judicial, la damnificada realizó inicialmente una denuncia por violencia familiar en 2019. Fue siendo ya mayor, según le indicó a El Diario una fuente judicial. Tenía 19 años. Y luego sumó otra, por los abusos sexuales. Padeció ultrajes prácticamente desde su infancia —dijo que comenzaron cuando tenía entre 7 u 8 años— y que se extendieron hasta que se hizo la primera presentación.

Un año después, en plena pandemia, Mora, de 42 años, fue procesado por “Abuso sexual con acceso carnal, agravado por cometerse contra una persona menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente en un número indeterminado de hechos, los que concurren en forma real”. Desde ese momento estuvo a la espera del debate oral en la cárcel, donde continuará alojado.

El juicio se desarrolló ayer en una única audiencia, que se extendió entre las 9:30 y las 15, cuando el secretario Daniel Gustavo Sanchiño leyó el fallo. El tribunal estuvo presidido por Juan Manuel Saá Zarandón e integrado por los vocales Sergio de Battista y Luis Manuel Sosa. El asiento de la defensa estuvo ocupado por Orlando Villegas y al rol acusador lo cumplió el fiscal de Cámara de Concarán Mario Zudaire.

Antes de que se escuchara a los testigos, Mora negó ser autor de los hechos. Luego declaró la damnificada y posteriormente los testigos, el médico forense de la Tercera Circunscripción Gustavo Lafourcade, una médica del Hospital de Concarán (quienes en su momento practicaron el examen ginecológico a la joven) y la psicóloga del Poder Judicial Olga Pinto, quien hizo la pericia psicológica a la víctima.

Más tarde, las partes dieron sus alegatos. Villegas dijo que no comprendía en qué prueba se basó la Fiscalía para sostener su acusación y “semejante pedido de pena”. A su criterio, no fueron debidamente determinadas las circunstancias de modo, tiempo y lugar de los hechos investigados. Y dijo que tampoco ninguno de los testigos pudo determinar por qué la madre o los hermanos de la joven habrían ocultado la situación de violencia familiar.

También dijo que a lo largo del proceso existió un “absoluto déficit probatorio, prueba indiciaria no coincidente, no concordante, que se contrarresta totalmente con las periciales médicas, con la historia clínica”.

Por eso, solicitó que por la aplicación y en resguardo del principio de legalidad, del principio de inocencia y el beneficio de la duda, su representado fuera absuelto de culpa y cargo. Señalando, además, que "es un hombre que tiene una discapacidad del 90 por ciento en su visual y que en su relato y en su declaración manifestó ser él víctima de semejante falsa imputación", concluyó Villegas, según lo informado por Prensa del Poder Judicial.

Antes de Villegas dio sus argumentos el fiscal Zudaire, a quien no le quedaron dudas de que Mora era responsable penal de los abusos, basándose en los dichos de la víctima, las declaraciones tomadas y las distintas pericias hechas. Consideró como atenuantes la falta de antecedentes y como agravantes, el aprovechamiento de la inmadurez de la víctima, el aprovechamiento de la nocturnidad para lograr su cometido y la extensión del daño causado.