La venta de carne cierra el año con una baja de hasta el 50 por ciento

La crisis económica y la inflación golpearon fuerte las carnicerías de la capital puntana: cierran el 2021 con una caída del consumo de hasta un 50 por ciento. A mitad de año ya se notaba la merma y el sector no se pudo recuperar; un panorama similar al que sucede en el resto del país. Así lo confirmó El Diario de la República en un sondeo que realizó por diferentes comercios de la capital puntana. La mayoría ofrece cortes económicos para poder vender y ser competitiva.

El propietario de un local ubicado en 9 de Julio antes de Maipú, Gustavo Calabrese, comentó que desde hace un tiempo se vio obligado a achicar el margen de ganancia para ser competitivo, como también a poner ofertas. “Es la única manera de llegar a los clientes. Tratamos de mantener los costos, pero llega un punto que no se puede”, explicó y señaló que en su caso, desde enero hasta el mes pasado las ventas bajaron un 50 por ciento.

Si bien el precio de la carne se mantuvo por varios meses, en noviembre tuvo subas escalonadas y el total fue del 25 por ciento. El propietario señaló que ante los altos costos, los clientes optan por llevar menos cantidad. “Lo que más compran es carne para milanesas, ya que les rinde más y no tiene hueso”, dijo. También señaló que ante la falta de ventas disminuyó el pedido de mercadería a la mitad. “Antes dejábamos seis media res y hoy, solo tres. He hablado con otros colegas y todos están en la misma situación”, aseguró.

Para atraer a los clientes, ofrece promociones, como dos kilos de asado surtido a 1.200 pesos, al igual que dos kilos de molida. Sobre si se esperan nuevas subas para las Fiestas, Calabrese manifestó que por lo general para estas fechas siempre hay un retoque en los precios, pero que está a la espera de novedades.

El mismo panorama se repite en un local ubicado en la esquina de Lavalle y Caseros. Su propietario desde hace más de 20 años, Ignacio Vignolo, detalló que sus clientes se volcaron a cortes alternativos como el cerdo y el pollo, dado que son más económicos que los vacunos. Además, resaltó que en estos once meses las ventas mermaron en su comercio en un 40 por ciento. “Este año ha sido el peor de todos, por más que pongamos ofertas la gente no tiene dinero para comprar. Llevan menos cantidad y la fraccionan. Además, tenemos que pagar alquiler, empleados y servicios para mantener el lugar”, resaltó.

Señaló que el precio de la carne en noviembre trepó un 20 por ciento. Actualmente en su local un kilo de asado cuesta $900; el de milanesas, $800, y el de molida lo ofrecen a $499. “Hasta un punto podemos absorber costos, pero tampoco tanto”, explicó el propietario. También comentó que cada vez son menos quienes compran asado para los fines de semana.

“Con la reactivación económica en la provincia vendo un poco más, pero tampoco tanto”, aseguró el dueño de un comercio ubicado en avenida Lafinur entre Illia y Pedernera, Martín Jaime. En coincidencia con sus colegas, señaló que el consumo entre enero y noviembre bajó un 50 por ciento. “Vendo la mitad de lo que vendí el año pasado, sumado a que en el último mes la carne aumentó un 25 por ciento”, resaltó. El kilo de blanda en su comercio pasó de costar 850 a 950 pesos.

También cuenta con una variada cantidad de ofertas para hacer una "diferencia". Un bolsón de cuatro kilos de carne con cortes económicos como pollo, alita, hígado y molida sale $1.200; dos kilos de costeletas, $1.400; dos kilos de milanesas de carne, $990, y un kilo de hamburguesas de carne, $650. “Dos bifes hoy salen 200 pesos; es una locura. Una media res actualmente tiene un costo de 50 mil pesos”, concluyó.

Redacción