Sobrevivientes y familiares de Cromañón exigieron la expropiación del boliche
Se juntaron en Plaza de Mayo, donde instalaron 194 sillas vacías con el nombre y la edad de cada víctima y luego marcharon hasta Plaza Once.
A 17 años de la masacre de Cromañón, sobrevivientes y familiares de las víctimas reafirmaron este jueves la responsabilidad del Estado porteño en la muerte de 194 personas el 30 de diciembre del 2004 y cuestionaron “el silencio” de Horacio Rodríguez Larreta y sus legisladores ante el pedido para que el edificio de Once, donde funcionó el boliche, sea expropiado y transformado en un espacio de memoria.
El pronunciamiento formó parte de un documento consensuado entre varias organizaciones que agrupan a sobrevivientes y familiares, el que fue leído durante un acto en la Plaza de Mayo; en donde se desplegaron 194 sillas vacías, cada una con los nombres de los fallecidos y la edad que tenían en 2004; durante la jornada de homenaje que incluyó una misa en la Catedral Metropolitana y una marcha hasta la Plaza Once.
“Tenemos que repetir que la masacre -no tragedia, no accidente- se produjo por una sumatoria de hechos probados”, sostiene el texto, que señala “la sobreventa extrema de entradas, el funcionamiento de un local sin la habilitación, los matafuegos vencidos, las puertas con candado, el uso de material prohibido, el desastroso operativo de la emergencia y la represión de la Policía a los mismos chicos que entraban a intentar salvar a otros”.
El comunicado resalta que “una y otra vez denunciamos el incumplimiento de deberes de los funcionarios públicos, la adjudicación de puestos 'a dedo' a personas no capacitadas y la connivencia Estado y sector privado”, así como advierte sobre “el encubrimiento del Poder Judicial, al que fue necesario arrancarle condenas insuficientes que aún así, son históricas”.
“Cada acción que permitió que Cromañón ocurriera tuvo que ver con la máxima ganancia empresarial y el mal desempeño de funcionarios estatales con el costo de la vida de personas”, reitera.
El 30 de diciembre del 2004 y durante el mandato como jefe de Gobierno porteño de Aníbal Ibarra, 194 personas murieron y más de 1.500 resultaron heridas al quedar atrapadas en el boliche República Cromañón, cuyo gerenciador Omar Chabán permitió el ingreso de concurrentes muy por encima de lo habilitado para el recital de la banda Callejeros.
A poco de comenzado el concierto, el accionar de una bengala prendió fuego la tela mediasombra situada en el techo del local y generó un humo tóxico que fue aspirado por los miles de jóvenes que estaban dentro y que no pudieron salir a tiempo, ya que las salidas de emergencias del local estaban cerradas con candados.
El texto leído en la Plaza de Mayo exige “que el exboliche Cromañón sea declarado un espacio de memoria y cultura, no solamente para las víctimas, sino también para las escuelas, los movimientos sociales, las y los vecinos”.
“El silencio de Larreta y sus legisladores ante un proyecto que cuenta con el consenso absoluto de sobrevivientes y familiares contrasta con la celeridad en que se votó en la misma Legislatura, y pese al cuestionamiento de los vecinos, la pérdida de 100 hectáreas de espacios verdes y humedales, para seguir construyendo torres de lujo que luego quedan vacías por la especulación inmobiliaria”, apuntaron.
Télam/MGE


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