Las increíbles aventuras del Señor Tijeras
Hace 30 años se estrenó en Argentina la película que marcaría la carrera de un director fundamental del cine actual. ¿Por qué la historia sentimental de un chico raro cambió la vida de Tim Burton?
Describir ahora, con toda una carrera de alcance mundial ya establecida, el estilo de Tim Burton es una tarea sencilla. Resultaría impensado, incluso, ver una de sus película y no percibir por algún detalle que detrás está el director de los anteojos de marco y vidrios azules. Pero hace 30 años, cuando se estrenó en Argentina “El joven manos de tijera”, la carrera de Burton recién comenzaba. Fue con esa obra, absolutamente innovadora por entonces, con la que el estadounidense se consagró y fundó un estilo que hoy lleva su nombre y apellido.
Un espíritu dark rodeado de colores pasteles. Un cuento de amor naif con tintes de terror. Así contó Burton la historia de Edward Scissorhands y Kim, su enamorada, en combinaciones que marcarían el resto de su filmografía y que conformarían lo que muchos directores buscan durante años: un estilo propio.
La película estrenada para el día de los enamorados de 1990 empezaba como una fábula de niños, una fórmula literaria muy utilizada históricamente para intentar explicar las cosas. ¿Por qué existe la luna?, el origen de alguna planta, ¿por qué sopla el viento? o, como en este caso, ¿por qué nieva? Una abuela le cuenta a su nieta cómo comenzó a nevar en ese pueblo de Florida y es ahí donde el espectador termina frente a unas cuchillas afiladas y el rostro pálido de un Johnny Depp dispuesto a comerse la película.
El director había soñado con ese personaje desde niño. Aficionado a los “monstruos”, Burton se fue de la compañía Disney porque consideraba que no lo dejaban crear. Después de filmar "Bettlejuice", donde el humor negro afloraba al ritmo de un matrimonio que invocaba a un fantasma, y hacerse medianamente conocido, le encargaron la película de Batman, que iniciaría la saga exitosa del superhéroe. Aquel exitazo reuniría a Micheal Keaton — también protagonista del debut de Burton—, Kim Bassinger y Jack Palance, inolvidable como un nuevo "Guasón".
Para entonces, la gran aspiración del director era darle vida al joven manos de tijera. Pero tuvo que ir paso a paso. Dirigió "Batman" y se cargó un nuevo éxito en su haber. Con sus formas tan particulares le dio vida a una Ciudad Gótica más gótica que nunca y el personaje del "Guasón", interpretado por Jack Nicholson, fue representado como un psicópata de una manera impecable, marcando un estilo para el personaje que luego fue continuado en las siguientes versiones.
Tim Burton ya tenía un nombre con suficiente peso como para hacer realidad su anhelo. La historia para él tenía tintes muy personales, ya que reflejaba de alguna manera su niñez y adolescencia en el barrio de Burbank, en Los Angeles. Por eso no quiso construir un set, sino que buscaron locaciones que se asemejaran al lugar donde él había crecido: una vecindad de casas bajas, todas iguales y que inspiren la monotonía de su niñez.
Finalmente lo encontraron en Lakeland, Florida, donde redujeron los colores de las casas a cuatro tonos pastel principales para crear armonía en la fotografía e ir delimitando el estilo de Burton. Al principio la obra fue planteada como un musical, pero finalmente desecharon la idea. Dieciocho años después, el director se sacaría las ganas del género con "Sweeney Todd", también con Depp en el protagónico.
El actor fetiche
Con apenas un boceto y el trabajo de la guionista Caroline Thompson, la película de Edward ya tenía luz verde. Pero, ¿quién se pondría en la piel del joven que es el centro de la historia? Fox, la compañía que produjo la película, quería a Tom Cruise, pero el actor no convenció del todo y posiblemente no haya querido bajarse del mote de galán que había ganado después de hacer "Top Gun".
Jim Carrey, en esa época un desconocido que la pegaría recién cinco años después con "La Máscara", insistió por el papel y, dicen, que hasta el mismísimo Michael Jackson quiso ganarse las tijeras. Pero no, el personaje del joven sin manos le quedaba perfecto al inigualable Johnny Depp y a partir de entonces se fundaría una pareja de actor/director que sería casi una fórmula mágica del éxito.
A la mencionada “Sweeney Todd” se sumarían “Alicia en el país de las maravillas”, “Sombras tenebrosas”, la experimental "Ed Wood", “Charlie y la fábrica de chocolate”, como algunas de las películas de Burton protagonizadas por Depp, que los llevaron a convertirse en una dupla clásica del cine, como la de Martin Scorsese y Robert De Niro; o Quentin Tarantino y Uma Thurman.
Depp contó en varias oportunidades que el papel le llevó mucho trabajo, sobre todo por lo poco que hablaba en el guion. Es decir, tenía que expresarse casi por completo con la gestualidad. Para eso, entrenó con videos de Charles Chaplin y, además, se inspiró en el perro de la guionista. Para el papel debía ser lo suficientemente sensible, compañero, ansioso e inteligente y todo eso solo demostrarlo con el cuerpo, como un can. Basó sus movimientos, acciones y miradas en el amor incondicional que tiene un perro, la mirada que hace cuando lo retan o cuando le demuestran cariño.
La actriz que interpretaría a Kim se resolvió al final de todo. Winona Ryder no estaba en mente de los productores, a pesar de que ya había trabajado en "Bettlejuice" en un papel muy convincente. Fue Johnny Depp quien sugirió su nombre, ya que por entonces eran amigos y pareja. La actriz estaba muy cerca de firmar contrato para participar de "El Padrino III", de Francis Ford Coppola, sin embargo, eligió el original proyecto de Burton para relanzar una carrera.
La fórmula del éxito
Con veinte millones de dólares a disposición y un elenco prometedor, la película se estrenó en Estados Unidos el 7 de diciembre de 1990 y en Argentina, el 14 de febrero de 1991.
La historia narrada por la anciana a su nieta cuenta cómo Edward Scissorhands, un joven creado por un vendedor de galletas que murió antes de ponerle las manos, sale de su tenebroso castillo y se va a vivir al barrio aledaño. Allí conoce a Kim, la joven de la que termina perdidamente enamorado.
Con sus tijeras moldea las más maravillosas figuras en los arbustos de todos los vecinos y crea esculturas de hielo, lo que da origen a la primera nevada del lugar. Kim también se enamora de él, pero no llegaron a estar juntos y Edward, teóricamente, muere. Entonces, en la fábula, se da a entender que cada vez que nieva se debe a las manos de tijera del protagonista creando una escultura de hielo.
Con aspecto terrorífico y desalineado, pero muy sensible y de gran corazón, Edward integra la lista de los monstruos de Burton, personajes románticos, incomprendidos, aislados de la sociedad, pero con buenas intenciones. Antihéroes que permanecen en la eternidad, como el Sombrerero, Willy Wonka y tantos más que formaron parte de sus películas.
La creación de un estilo
Observada con la perspectiva adecuada, la carrera posterior de Burton encontró en la película estrenada hace tres décadas un trampolín estilístico que, con algunos matices, trató de mantener en una obra que acaparó seguidores fervientes y algunos detractores.
El espíritu atribulado de Edward se puede encontrar en el Sombrerero Loco, el papel de Depp en "Alicia en el país de las maravillas"; en Barnabas Collins, de "Sombras tenebrosas"; Jack Skeleton, el increíble personaje de la increíble "El extraño mundo de Jack"; y hasta en "Dumbo", la última película conocida hasta ahora firmada por Tim.
Pero la injerencia de aquella obra inicial en la posterioridad de Burton enumera otros aspectos que trascienden la personalidad de los personajes. Las texturas cromáticas con las que trabajó por entonces tuvieron un correlato que supo de extremos incesantes.
Si en "El joven..." el director consiguió equilibrar las capas de colores en un tono tenue, en el resto de su filmografía se animó sin pudores al blanco y negro, con "Ed Wood" y "Frankeweenie"; al trabajo en la oscuridad con "Batman", "Sombras tenebrosas" y "La leyenda del jinete sin cabeza"; y, finalmente, a la decidida explosión de colores de "Charlie y la fábrica de chocolates", "Marte ataca" y "Alicia en el país de las maravillas".
Si hay una película que rompe la línea estilística que Burton impuso en "El joven manos de tijera", podría ser la imprescindible "El gran pez", aunque el roce en el aspecto gótico permanece de manera evidente. El director se distancia en la película de 2003 en la elección de un repertorio hasta ese momento inédito y en un tema familiar y reconciliatorio que impactó a los espectadores, que en muchos casos la eligen como la mejor de su filmografía. Acaso "El joven manos de tijera" sea la otra que entra en esa fatua discusión


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