Caso Eyherabide: comenzó el juicio y el único acusado dijo ser inocente

Tal como estaba previsto, este lunes por la mañana empezó el juicio a Samuel Nuarte Bianchi, acusado de haber asesinado a su patrón, el productor rural Jorge Andrés Eyherabide, en Saladillo, en 2018. En el inicio del debate decidió declarar ante los jueces y aseguró su inocencia. Incluso dijo que la víctima siempre fue buena con él y que lloró al enterarse lo que le había ocurrido. Enfrenta una pena a prisión perpetua.

Tras la apertura del debate y la lectura de la acusación (Nuarte Bianchi está imputado por homicidio calificado por alevosía y criminis causa), el tribunal compuesto por los camaristas Sandra Ehrlich, Guillermo Saá Petrino y Fernando de Viana le ofrecieron hablar. Y accedió.

Contó que nació en Mendoza, que tiene dos hijos y que es mecánico de profesión. También que conoció a la víctima en el taller Sobre Ruedas, donde solía trabajar hasta que cerró. Al quedarse sin trabajo, Eyherabide, quien era asiduo del establecimiento, le ofreció ir a trabajar con él a su campo en San José de los Chañares, a unos 40 kilómetros de la capital.

Enumeró que hacía tareas rurales de todo tipo, también de albañilería, y que la confianza con su empleador era tanta que solía pagarle cuentas, hacerle compras e incluso que en ocasiones cobró el alquiler de dos departamento que el hombre tenía en San Luis.

Por esa diversidad de tareas, Nuarte Bianchi dijo que siempre andaba en la camioneta de su patrón.

Recordó que días previos a la desaparición él noto que su jefe estaba angustiado, raro y silencioso. Que se alejaba de él para hablar por teléfono.

Antes de su desaparición, en julio de 2018, el acusado dijo que Eyherabide le comentó que tenía que viajar y le pidió que regresara a su casa, y que se llevara la camioneta.

Según la investigación, el hombre fue asesinado a balazos entre el 31 de julio y el 2 de agosto, aunque su cuerpo fue hallado recién el 12 de agosto de ese mismo año en el dique El Saladillo. El cadáver estaba envuelto en arpillera y lo habían atado con alambres.

En ese lapso, el acusado confesó haber ido al campo algunas veces. Una para buscar un lechón para el cumpleaños de su mujer y otra, por ejemplo, para buscar al perro que cuidaba el campo, a quien le tenía afecto y había quedado solo.

Luego recordó cómo le entregó la camioneta a la Policía y el momento en que fue detenido, tras lo que volvió a remarcar su inocencia, diciendo que a su patrón lo estimaba mucho y que lloró cuando supo cómo lo habían matado.

Además de él declaró el jefe del Departamento Homicidios, el comisario Javier Sosa, y otros tres policías que participaron de la investigación.

El debate se reanudará este martes a las 9.

AC/FQ.