La siembra de trigo en su ciclo actual, en pleno desarrollo

Estamos actualmente en pleno período de desarrollo de la siembra de trigo del periodo actual, y es necesario hacer un balance de la actualidad de la siembra y de sus proyecciones a futuro.

Con alrededor de un 40% del área de intención de siembra de trigo cubierta, según los datos que arroja la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, podemos decir que estamos en valores muy similares a los de la anterior campaña. Sin embargo, cabe destacar que algunas condiciones climáticas y del suelo podrían estar retrasando algunas tareas.

La falta de humedad que presenta el NOA y algunas zonas de Córdoba, entre otras, y el exceso de agua en otras, podría estar siendo el motivo por el cual la intención de siembra puede verse afectada, o al menos demorada. Sin embargo, las proyecciones de siembra son alentadoras y permiten hacer ya un primer análisis acerca de las oportunidades y potenciales riesgos, considerando que el hemisferio norte ya está en condiciones de despachar las primeras cosechas.

Mientras la demanda de los habituales importadores dentro del mercado exportador internacional, se mantenga en niveles lógicos y tradicionales, entonces los precios también correrán con la misma suerte manteniendo valores interesantes y competitivos.

Es clave la demanda por parte de uno de los principales importadores, el gigante asiático, que tiende a mostrarse en niveles muy alentadores. Los niveles de consumo, sin dudas comienzan a mostrarse más en sintonía con lo que sucedía antes de la pandemia, debido al avance de las campañas de vacunación en la mayoría de los países desarrollados y en consecuencia la normalización del consumo.

La solidez de los precios externos ha generado que el mercado exportador se adelantara, con números más alentadores incluso a los de la campaña anterior, a comprar mercadería. Esto sin lugar a dudas, marca una tendencia interesante para la estimación de precios para la cosecha con márgenes de rentabilidad que ya prometen destacarse y que le pintan al productor un panorama más que atractivo para las cotizaciones actuales y para un futuro inmediato.

La suba de precios a nivel internacional de granos, deja también márgenes interesantes para la compra de nueva maquinaria agrícola. Los productores agropecuarios saben que parte del sistema de producción es reinvertir en tecnología y en material para la producción.

En el caso de los tractores, las subas han sido notablemente más elevadas, representado este segmento el de los más activos del mercado, con 500 patentamientos sólo en marzo de este año.

Entre las marcas y maquinarias más elegidas, encontramos nuevamente al tractor John Deere, liderando las ventas, llegando a las casi 200 unidades vendidas. La venta de tractor John Deere, representa el 35% de la totalidad de ventas generales del mercado.

Además, para el mercado local, donde ahorrar en dólares es cada vez más difícil, la adquisición de maquinaria agrícola representa una gran alternativa para resguardar los márgenes de ganancias y eso se ve reflejado en el notorio incremento de las ventas de maquinaria.

En el rubro cosechadoras, el patentamiento se incrementó casi en un 100% según datos aportados por la división de maquinaria agrícola.

Lo siguen, dentro del rubro, las marcas New Holland y Pauny con 124 y 110 maquinas respectivamente.

Dentro de los modelos más solicitados, o al menos que generan mayor interés, se destaca el modelo John Deere 2420.

Con estos números podemos afirmar que el patentamiento de maquinaria agrícola, aumentó casi un 95% en cuanto a lo que a cosechadoras se refiere, y más de un 200% en el rubro tractores, con el John Deere 2420 entre los más buscados, dentro de la amplia variedad que ofrece la maquinaria emblemática del ciervo amarillo.

En este sentido podemos entonces reafirmar que las subas de precios internacionales son una excelente noticia para los productores locales y para la Argentina en general, por un lado, se recaudarán, en concepto de retenciones, varios millones de dólares que, como ya sabemos, vuelven al país para ser reinvertidos, algo que resulta muy necesario luego de los altibajos económicos producto de la pandemia. Para los productores por su parte, representa un aumento en sus ingresos brutos para nada despreciable teniendo en cuenta los mismos motivos.