Los caprineros del norte se asociaron para poder obtener más beneficios

Dicen que "la unión hace la fuerza", y los criadores caprinos del noreste de San Luis lo entendieron a la perfección. Por eso, desde hace unos meses están organizándose para armar una asociación que les permita encarar el futuro con más optimismo.

Ya tienen avanzada la conformación de lo que decidieron llamar Unión de Productores Caprinos, una organización que actualmente componen 30 familias de nueve parajes, la mayoría del Departamento Junín, pero también hay otros de Chacabuco y San Martín que vieron en el cooperativismo el mejor camino para mejorar los índices productivos de una de las principales economías regionales de San Luis, como es la cría de chivos para la venta de carne, principalmente.

Hay productores de Bajo de Véliz, Punta del Agua, Los Chañares, Los Quebrachos, Los Lobos, El Duraznito y otros parajes más pequeños de los alrededores, que están en pleno proceso de cambiar costumbres ancestrales, porque en general los criadores caprinos suelen manejarse de manera independiente, aunque ellos comprendieron que, aún con dolores de crecimiento, estar juntos siempre es más beneficioso.

"Ellos ya tenían un antecedente, que fue la Mesa Caprina del Norte, que comenzó hace siete años con el intercambio de chivos para mejorar la genética de cada uno. Pero ahora vamos por una asociación en toda la regla", contó Leonardo Janjetic, el coordinador de Agricultura Familiar de esa región, quien encabezó la iniciativa que ya logró la personería jurídica de parte de la Provincia y en estos días tendrá también su CUIT. "Eso permitirá abrir una cuenta bancaria, requisito fundamental para obtener beneficios de planes nacionales y provinciales", completó el técnico de campo.

Janjetic asegura que su papel es de asesoramiento. "Apuntamos a que tomen decisiones autónomas. Ellos siguen con las ferias, que sirvieron para que se conozcan, para mejorar la genética de sus animales porque hay competencias que premian a los mejores. Es un espacio de encuentro para revalorizar la actividad caprina, que no tiene por qué ser vista como un trabajo para los pobres", dice con firmeza.

A través de la Ley Caprina ya consiguieron una abonadora para distribuir el guano de sus cabras y mejorar la fertilidad de los suelos y, a través del plan "En Nuestras Manos", de apoyo a las mujeres rurales, tendrán en poco tiempo dos ordeñadoras para agregar valor y poder hacer quesos. Vendrá con un adaptador para los corrales, una tarima y un cepo.