En lo que va del año, hicieron solo 2 ablaciones en la ciudad
En el Cucai aseguran que las donaciones de órganos bajaron en los últimos meses debido a la pandemia.
La donación de órganos fue una de las actividades que se vieron afectadas por la pandemia. En lo que va del año, hubo solo dos ablaciones en la ciudad. En el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante (Cucai) San Luis aseguran que los procedimientos bajaron debido al contexto sanitario, ya que la presencia de la COVID-19 obligó a modificar protocolos y medidas.
Las de Villa Mercedes representan la mitad del número total que se han hecho hasta el momento en la provincia (que son cuatro), y evidencia una baja importante en relación a años anteriores. En 2020, aun cuando ya había comenzado la pandemia, se realizaron diez en todo el territorio puntano, mientras que en 2019 la implementación de la Ley Justina había elevado a veintidós el número de operaciones.
La más reciente fue anteayer en el Policlínico Regional "Juan Domingo Perón". Los y las especialistas ablacionaron córneas y riñones de un paciente de 50 años que falleció tras sufrir un ACV hemorrágico. María Eugenia García, directora del centro único San Luis, indicó que los órganos fueron destinados a dos hombres de la capital puntana. "Son dos varones de 29 y 49 años, cada uno recibirá un riñón, al igual que las córneas. Estas primero irán a un banco para ser analizadas", dijo.
La última intervención de este tipo que el equipo había realizado fue en marzo, en una institución privada. En esa oportunidad, la donante fue una mujer que había expresado su deseo de donar sus riñones y córneas.
García destacó que entre ambas cirugías, ocho personas de la provincia salieron de lista de espera. "Para nosotros es muy bueno que suceda y siga sucediendo", expresó.
La pandemia fue la causa principal por la cual las operaciones se retrasaron en llegar. "Primero que nada el factor fue la elección del donante. La persona que fallece por coronavirus o que fue contacto estrecho contraindica a un operativo de donación de órganos o tejidos. Especialmente porque tenemos que tener en cuenta que estos están destinados a quienes están muy enfermos o están pasando una situación clínica difícil. Si colocamos un hígado, riñón, pulmón o lo que sea con alguna enfermedad, ponemos en riesgo a quien lo recibe", remarcó.
Otro de los motivos fue la poca circulación de las personas, "ya que el mayor número de donantes de la provincia sale de gente que murió por accidentes" y en 2020 casi no hubo, un aspecto que cambió de a poco en 2021. También surgen de aquellas pérdidas por ACV, que al igual que los choques, bajaron. "No sabemos cuál es la razón, pero entre el año pasado y este, decayeron en un 30% los fallecimientos por estas lesiones", indicó.
El alto índice de ocupación de camas en la terapia intensiva por los casos de SARS-CoV-2 formó parte del listado de obstáculos. "Al principio el Incucai firmó un consenso con la Asociación Argentina de Trasplante y de Infectología, que establecía que al lado de un posible donante, no podía permanecer una persona internada con COVID-19. Pero eso cambió", sumó.
La llegada del virus también transformó los protocolos en los operativos de ablación. "Sin dudas marcó un antes y un después en la forma de trabajar, ahora son tiempos de acción más largos porque hay que esperar las PCR negativas de los donantes, hay que tener otros cuidados a la hora de ingresar al quirófano, la implementación del uso del barbijo, entre otras cosas", sostuvo.
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