Nicolás Varvara, en la muestra anual de Argra

Enfrentarse a los infiernos terrenales que sucedieron en septiembre de 2020 fue una ocasión que no dejó pasar Nicolás Varvara, el fotógrafo que actualmente se desempeña como editor de la sección de Fotografía en El Diario de la República y que vivió en carne propia los incendios que acontecieron crudamente en la provincia hace un año.

Sin miedo y con valentía, alzó su cámara y disparó. En la imagen quedaron plasmados el terror y la inmensidad de las llamas, casi increíble que una persona pueda dimensionar. Pero Varvara sí. Nicolás estuvo como protagonista y no dudó en registrar tan terrible recuerdo.

Junto con dos fotografías, Varvara envió la imagen del incendio al comité editor de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), que es el encargado de seleccionar imágenes de todo el país para luego montar una muestra, que en esta ocasión será virtual. Nicolás fue uno de los elegidos y, junto con otros representantes nacionales, tendrá la oportunidad de que su foto sea vista en todo el país, y quizás el mundo.

No es la primera vez que Nicolás participa en este encuentro, que además tendrá un libro que recopilará todas las imágenes elegidas. En 2018 también participó con una de sus imágenes más representativas.

"La foto tenía que ser llamativa y con contexto que llame la atención. Lamentablemente en San Luis los incendios suelen ser lo más llamativo para fotografiar y sirvió de gancho para participar", contó Varvara, quien en la primera selección también participó con una foto sobre incendios.

Nicolás siente que de las tres imágenes que seleccionó para enviar a Argra, la que quedará elegida será la que representa el incendio como un gran infierno.

Al recordar esa ocasión que vivió mientras cubría para este medio informativo, expresó que "fue una noche en la que corrían vientos de 80 kilómetros por hora cerca del Cerro de la Cruz. Fue una sensación escalofriante y muy fuerte, pero quedó bien registrada en la foto".

Quedar entre los mejores fotógrafos le trajo grandes alegrías al editor, quien lo tomó como un logro personal a tantos años de profesión y dedicación. "Me encanta porque lo vivo como un logro personal y profesional. Saber que quedará en la posteridad me resulta motivante", concluyó.