Denunció que su padrastro abusó de su hermana menor

M.G. ratificó en el Juzgado de Instrucción Penal 1 de Villa Mercedes lo que había denunciado hace una semana, es decir, que A.O., la pareja de su madre, habría abusado de una de sus hermanas menores. Fue, según consta en su denuncia, la víctima quien le confesó que, hace un año y medio, el hombre la manoseó en una ocasión. Pero la nena nunca se animó a decirle a nadie ni a pedir ayuda porque su padrastro les pegaba a ella, a su otra hermana y también a su madre.

La denunciante explicó que ella tiene la guarda de sus hermanas más chicas. Contó que todo salió a la luz los primeros minutos de este año, cuando su madre la llamó para saludarla a ella y a sus otras dos hijas, para desearles un feliz Año Nuevo. Cuando M.G. les pasó el celular a sus hermanas, ellas no quisieron saludar a la mujer.

Cuando la denunciante estaba al teléfono, A., una de sus hermanas, se dirigió hacia el patio. M.G. salió detrás de ella y, en eso, la chiquita comenzó a llorar. La mujer le preguntó qué le pasaba y A. le dijo que tenía que contarle algo.

Le relató que su padrastro abusó de ella hace un año y medio. Sucedió un día que ella estaba en su dormitorio, cambiándose la ropa, porque acababa de salir de la ducha. De acuerdo a lo que la víctima le narró a su hermana, el hombre entró a su habitación cuando aún estaba desnuda. Ella le pidió que se fuera, pero él no le hizo caso. Se le acercó y la manoseó.

El abuso, dijo la denunciante, no pasó a mayores porque justo ella llegó a la casa para saludar a su otra hermana, quien cumplía años ese día. M.G. recordó que el día del manoseo, cuando arribó al domicilio, A. corrió hacia ella, llorando, y la abrazó con fuerza. Dijo que no se dio cuenta al momento de que algo extraño o malo ocurría, porque las chicas tenían esa costumbre de abrazarla y llorar cada vez que iba a visitarlas.

Sobre ese día, en particular, la mujer dijo recordar que el padrastro estaba alcoholizado y drogado.

A. le reveló, además, que A.O. le hacía bajarse los pantalones y también la ropa interior a ella y a su hermanita para pegarles. También que las maltrataba de otras formas. A veces las ponía en penitencia en un rincón de la vivienda, con las manos hacia arriba y los pantalones abajo, mientras las golpeaba con la hebilla de su cinto.

La nena le relató que no había querido decir nada antes porque el hombre las tenía amenazadas a ella y a su madre, puesto que le ha dicho que si quiere separarse, él la matará y se llevará a su hija más chica.

La denunciante expresó que teme que su otra hermana, la más chica, haya sido también abusada por su padrastro, porque ha notado en ella conductas extrañas, como que orina en la cama o se levanta a mitad de la noche, asustada y llorando.