Messi se vistió de Messi y Argentina encontró agua en el desierto

El resto de los mortales que juegan fútbol y ven fútbol desesperan al caminar por la cornisa y sentir que el abismo será una pesadilla eterna.

Pero él no. Les pasa a todos menos a él. Él anda ahí, espiando más que mirando, y cuando los nervios sobrevuelan la escena, se pone el traje de superhéroe y acaba con las especulaciones.

Solamente él es capaz de encontrar agua en el desierto qatarí. Y le da de beber a un pueblo celeste y blanco que late a su ritmo, disfruta por su zurda y delira por su éxito, que es el de la Selección.

El "10" armó el triunfo y los honores le corresponden. Messi destrabó el 0 a 0 con un estiletazo letal desde afuera del área promediando el segundo tiempo.

Y después lo rubricó Enzo Fernández, con otro golazo: remate alto y cruzado.

El mérito del entrenador estuvo en torcer el rumbo en el complemento. Primero con Enzo Fernández por Guido Rodríguez para quebrar desde adentro hacia afuera partiendo desde la zona central; y cuando "Tata" Martino soltó a la cancha a Raúl Giménez, fue con "Cuti" Romero para cerrar espacios.

Ganar era lo que importaba. Y Argentina ganó. Ahora, a pensar en Polonia y el pase a octavos.

Jugado por jugado

En la primera parte Argentina fue un equipo lento y previsible. Con una salida sin sorpresa y sin presencia en las bandas, México se sintió cómodo y dejó que el juego fluyera.

Antes de los 10' Herrera no llegó a un centro a media altura y la "Albiceleste" era tensión y nervios, con De Paul como abanderado de las imprecisiones.

Recién a los 25' hubo una primera aproximación con Lautaro Martínez de extremo, pero la acción era offside.

A los 39' la impaciencia se apoderó de las tribunas y los vestidos de celeste y blanco arrancaron con el "movete Argentina, movete". Centro de Di María y cabezazo exigido y desviado de Lautaro como respuesta en el césped.

Martino se vio obligado a cambiar: a los 41' Gutiérrez por Guardado, lesionado.

Y con las acciones lejos de los arcos, a los 44' "Dibu" Martínez bajó del ángulo derecho un tiro libre de Vega; y el propio Vega remató alto en el descuento.

Argentina recién hilvanó 4 pases seguidos en ataque a los 50'. Y lo que siguió fue el final de ese primer acto, que pasó inadvertido para las pretensiones del once de Scaloni.

La etapa final comenzó tan pálida como el inicio. Messi mandó un tiro libre alto, que pareció ejecutado por una zurda ajena, cuando iban 6'.

El "10" no tenía interlocutor hasta que a los 12' Enzo Fernández entró por Guido Rodríguez en una zona central que era de paso, y generó que sea la peatonal generadora de juego. Rodrigo De Paul se cerró para que Fernández jugara con visión ofensiva.

Después, Julián Álvarez y Molina entraron por Lautaro y Gonzalo Montiel, amonestado.

Y a los 20' Messi se vistió de Messi, y Lusail fue fiesta celeste y blanca.

Martino mandó a Raúl Giménez a la cancha; Scaloni cerró el portón de atrás con Romero y le dio aire ofensivo con Exequiel Palacios (por Di María y Mac Allister).

Un tremendo remate de Fernández puso el tranquilizador 2 a 0.

FIFA confirmó que 88.966 personas vieron la función del "10". La mitad celeste y blanca se fue cantando esperanzada.