La previa de la final se vivió como una verdadera fiesta

La pasión por el fútbol impregnó a todo el estadio La Pedrera y sus alrededores, en la previa por la final del Trofeo de Campeones entre Boca y Racing. Tras la apertura de las puertas en el inicio de la siesta, las hinchadas de ambos equipos comenzaron a ingresar para acomodarse en las tribunas.

De la cantidad de público, calculado en más de 25 mil personas, para presenciar el partido a las 17, es notoria una amplia mayoría “xeneize”, entre los que hay muchos puntanos que no quisieron perderse la oportunidad de ver a su cuadro.

Entre los simpatizantes de la “Academia”, algunos llegaron de otras provincias para dar aliento a su camiseta. Es el caso de Jorge Echeverría y Marcela Roldán, quienes vinieron desde Pinamar para ver el partido.

“Me regaló las entradas un amigo. Soy socio y siempre que puedo sigo a Rancing a todas partes”, dijo el hombre.

 Entre los sanluiseños que no quisieron perderse la presentación del equipo de Avellaneda está Oscar Torres, quien dijo que pese a que costó conseguir una entrada, “valió todo la pena”.

“Hace mucho que no veníamos a la cancha; la última vez lo fuimos a ver a Mendoza”, sostuvo.

Entre los boquenses, Noel Villalobos tampoco sintió el sacrificio de esperar en la larga fila entre los que buscaban un ticket para vivir la final.

“Estuvimos tres días para poder comprarlas, pero fue una hermosa espera”, indicó el muchacho.

Una situación similar vivió Javier Panello, quien acampó durante cuatro días en las inmediaciones del Centro Cultural Puente Blanco para cumplir el sueño de disfrutar el partido junto a su hija Antonella.

“Es la primera vez que tengo la oportunidad de ver a Boca; estoy muy feliz”, dijo el simpatizante "xeneize", quien se animó a pronosticar una victoria de Boca por 2 a 0.

ALG.