Lo que todos vieron pero nadie debería

Una chica de 20 años está en un bar. Es fin de semana largo de carnaval en Argentina y las propuestas de cervezas abundan. Un grupo de varones se acerca y le invita un trago. Cerca de las 5 abandonan el lugar para continuar la reunión en un banco de una plaza, que podría ser la plaza Independencia; la de Lafinur, de Quines, o la que está cerca del barrio Eva Perón. La joven despertó esa tarde en un hospital, violada, humillada y con videos e imágenes del calvario vivido (del que casi no tiene recuerdos) en todos los noticieros del país.

Eran las tres de la tarde, tenía toda su ropa puesta y estaba en pleno centro del barrio porteño de Palermo. Sin embargo, seis hombres se las ingeniaron para drogarla y abusar de ella en el interior de un Volkswagen Gol blanco estacionado en Serrano al 1300. Autopercibidos como feministas, algunos de ellos hasta con fotos en sus redes sociales en las marchas del 8 de marzo, tomaban turnos y guardias para abusar de ella.

Luego, clientas del boliche Ro Tecno Bar contarían que esos mismos jóvenes las habían llevado incontable cantidad de veces a sus hogares en el Gol blanco. "Para que llegáramos seguras a casa”, manifestaron horrorizadas en entrevistas.

Con el aparato mediático y judicial movilizado tras el atroz hecho, las conclusiones más firmes, de un análisis necesario y doloroso, es que la víctima podría haber sido cualquier chica que se sentó a tomar algo en un bar un fin de semana largo. Su abogado, Hugo Figueroa, tiene una visión similar.

“Estos casos son muy frecuentes. La realidad es que este, en particular, tomó mucha relevancia porque fue en el medio de Palermo y a las tres de la tarde. Si hubiera pasado en Villa Luzuriaga a las dos de la mañana, no estaríamos hablando del caso”, reflexionó.

El letrado habló con Tinta Violeta el martes de la semana pasada, el mismo día que la Justicia procesó con prisión preventiva a Ángel Pascual Ramos, Lautaro Dante Ciongo Pasotti, Thomas Fabián Domínguez, Steven Alexis Cuzzoni, Franco Jesús Lykan e Ignacio Retond.

Los acusados de la violación están imputados por “Abuso sexual agravado con acceso carnal y por ser más de dos los partícipes”. Hace una semana, Domínguez publicó una “bitácora de viaje”, en la que describió a la violación como: “Un echo (sic) que a pesar de su relevancia y significación, es una experiencia más entre tantas otras en mi vida”.

“Lo consideramos como una burla”, sentenció Figueroa, quien este martes tuvo otra buena noticia, aparte del procesamiento. Fue el primer día en que, en las diarias charlas telefónicas que sostiene con su patrocinada, escuchó de boca de ella que había una mejoría en su estado de ánimo.

“Todas las veces que le pregunté cómo estaba me respondía que muy triste, pero cuando le conté lo de la prisión preventiva vi un avance. Por primera vez me dijo que está un poco más contenta”, contó el abogado.

Las secuelas del hecho son caóticas: la víctima no puede trabajar, por lo que pidió licencia, recibe asistencia terapéutica y no se atreve a salir de su domicilio, ni siquiera para hacer las compras. Le quitaron la libertad de sentirse segura en la calle.

Las primeras imágenes que mostraron los medios nacionales fueron las de los seis acusados sentados contra el costado del auto donde perpetraron la violación, rodeados de la Policía de la Metropolitana y de vecinos que querían lincharlos.

Una pareja de panaderos advirtió de una situación inusual en la calle, tomaron los celulares y grabaron las primeras filmaciones que luego se difundirían del abuso. Esa misma semana, las ventas se triplicaron en el comercio.

"Entendemos la situación que ellos vivieron y el contenido de los videos cabalmente. No sabían que mi clienta estaba siendo abusada. Simplemente vieron a unas personas haciendo descontrol en la vía pública y actuaron en consecuencia", aclaró Figueroa.

El abogado agregó que la pareja se comunicó con su clienta y la madre para pedir disculpas por la difusión del contenido. Además, remarcó que la única opción viable al ser testigo de este tipo de situaciones es actuar, de otra forma se considera cómplice por omisión.

Demasiado rápido, los videos tomados en el momento de la detención fueron reemplazados por imágenes de la víctima con el rostro apenas difuminado, mientras el resto de su cuerpo estaba expuesto. Las capturas la mostraban horas previas a la violación, incapaz de caminar y siendo manoseada por uno de los acusados.

El abogado, quien aseguró que su clienta fue revictimizada y hostigada por los medios, reveló: “Cuando expusieron su nombre en la televisión tuvo una crisis muy importante; fue muy fuerte para ella, debieron asistirla con médicos. Había hecho una gran evolución y eso fue un fuerte retroceso”.

“Violación en manada”, dijeron los primeros medios e incluso replicaron algunos usuarios en redes sociales. “Grupo de una misma especie que andan juntos”, allí termina la similitud con la definición de la palabra utilizada para describir a un conjunto de animales.

Seis hombres, en pleno uso de su conciencia, drogaron y abusaron de una joven; los animales son inimputables, y este grupo de salvajes de manada no tiene nada.

“Es un término que traen del derecho español, de una jurisprudencia mencionada por un caso de abuso sexual en un festival de San Fermín. Es una suspicacia, porque el Código habla de dos o más personas, no de manada, grupo ni ningún otro término”, explicó Figueroa.

El punto de quiebre llegó cuando en un noticiero de horario central revelaron el nombre de la joven. Ese mismo día, los abogados difundieron un escrito de la víctima en el que agradecía la difusión del caso pero también pedía que se respete el derecho de resguardar su identidad .

En la carta expresó: “Cuando las pruebas fílmicas ya están siendo investigadas, ¿por qué seguir televisando las imágenes una y otra vez? Siento que con la sed de justicia social que hay (y bastante morbo en cierta parte) se deshumaniza a la víctima de cierta manera”.

¿Por qué el rostro de ella sale en los medios apenas cubierto, al igual que el de los agresores? ¿Por qué se sabe la orientación sexual de la víctima y se cuestionó su difusión como una herramienta de los abogados? Y ¿por qué el caso está en los portales y medios? Porque todos vieron lo que nadie debería.