Canticuénticos: fábulas para la edad de la ternura

Algunos de  los chicos que asistieron al primer recital que “Canticuénticos” dio en San Luis, hace por lo menos una década, son ahora preadolescentes a los que el monstruo de la laguna ya no los asusta tanto. Pero uno de los méritos de la banda santafesina es llevar a la práctica la consigna de que el público se renueve.

No quiere decir eso que la agrupación repita fórmulas o se inmovilice en el peligroso pantano del estancamiento, aunque muchas de las canciones que hicieron en los dos shows puntanos hayan sido grabadas hace varios años, cuando muchos de los chicos que estuvieron en el Mauricio López aún no habían nacido. La excepción fue “Cocochito”, su tema más reciente, que tuvo buena recepción por los chicos en la provincia.

Dos funciones llenas un jueves en horarios no tan cómodos fueron la demostración evidente de la convocatoria que “Canticuénticos” tiene entre el público de San Luis. La buena respuesta de los puntanos se repite desde hace ya varios años, por lo que la visita de los santafesinos se convirtió en un ritual para las infancias.

Siguen siendo un interrogante las razones por las que un grupo con integrantes que en algunos casos promedian la adultez conecte con tanta fluidez con el público infantil. ¿O en realidad lo hacen con los padres de esos chicos? Es muy probable que en definitiva sean ellos (los padres) quienes escogen a “Canticuénticos” como banda sonora de su descendencia, por encima -afortunadamente- de YouTube Kids, TikTok o cualquier pantalla digital. En los recitales de San Luis, la banda habló de remontar barriletes, cantó en jerigonso y recreó fábulas con personajes más cercanos a las infancias pasadas que a las actuales. 

Modificado en esta visita a quinteto con dos cantantes femeninas con perfil de maestra jardinera y tres músicos que hacen la base (a los que eventualmente se suma un cuarto asistente dedicado a los instrumentos andinos), el grupo paseó sus canciones que engendran, decisivamente, la razón del éxito. Al ya clásico “El  monstruo de la laguna” se sumaron “El mamboretá”, “Viene para acá”, “Bate con la cucharita” y “¿Por qué? ¿Por qué”, hermosos temas para chicos que se mezclan con ritmos folclóricos del litoral, explicación de los instrumentos utilizados y de los nombres de los animales, y una candidez que transporta a la siempre tierna infancia.