Dos barrios celebraron el anuncio de la construcción de una escuela

Donde ahora reinan yuyales, basura y oscuridad, pronto habrá aulas, pizarrones y la energía de 500 chicos. Por eso, el anuncio de la construcción de una nueva escuela en Villa Mercedes fue tomado como una muy buena noticia por los vecinos de los barrios Santa Rita de Casia y Pringles, que durante muchos años tuvieron que convivir con un predio sucio y abandonado.

El Gobierno de San Luis realizó el llamado a licitación para edificar un colegio en el predio que está entre las calles Buenos Aires, Tucumán, Guayaquil y Olloqui, un lugar que lleva aproximadamente treinta años desamparado y se había vuelto una cuna de inseguridad y de infecciones para la gente de la zona.

Marcelo Iglesias trabaja hace dos años en un multiventas que está en diagonal al espacio elegido y opinó: “Cuando leí la noticia en El Diario, me pareció muy bueno porque es un baldío muy oscuro a la noche, con mucha maleza y muchos roedores. Encima está en el centro del barrio. Hacer una escuela para mí es una idea fantástica”.

Es que aunque en la cuadra del frente ya funciona un establecimiento educativo, el Nº 43 “Doctor Tomás Jofré”, la obra apuntará a contener a la gran cantidad de niños que hay en el sector, tanto los que viven en los monoblocks del Santa Rita como en los otros complejos habitacionales cercanos.

"Creo que es algo novedoso para los chicos, para que puedan tener un espacio con polideportivo, con calefacción, que estén bien cómodos y tengan todo lo que necesitan para estudiar y tener un buen futuro", valoró Claudio Chávez, quien vive en el edificio 56 de las que eran conocidas como las 960 Viviendas.

Y si bien el recinto estará emplazado en ese barrio, los vecinos del Pringles que colindan con el predio también se mostraron muy entusiasmados con el anuncio.

Juan Carlos Rodríguez, por ejemplo, tiene 75 años y habita sobre la calle Guayaquil desde que nació. "Esto era una mugre, nosotros teníamos que cortar los yuyos, viene gente que tira bolsas de basura, colchones, de todo", lamentó.

El hombre recordó que esa cuadra y muchas de las que la rodean solían ser quintas, que más tarde fueron utilizadas para edificar los monoblocks. Ese terreno en particular fue usado como centro logístico por la empresa constructora, que tenía allí sus oficinas, pero también fabricaba las losetas y todos los materiales que necesitaba. Por eso, en el lugar todavía quedaron de pie tinglados llenos de óxido y paredes agrietadas, que conviven con mucha arboleda y muchas plantas que crecieron sin ningún orden ni control.

"Ahora no hay casi ratones porque los inquilinos trajeron gatos y los espantaron, pero en mi casa ponía bolsas en las ranuras de las puertas y aún así se llenaba de pericotes. Mi vivienda perdió mucho valor con todo esto", remarcó Rodríguez.

La obra proyectada aprovechará y revalorizará toda esa vegetación que ahora luce descuidada. El jefe del Programa Grandes Obras de Arquitectura, Cristian Rasmussen, explicó: "El predio cuenta con una inmensa cantidad de árboles que se conservará y para tal fin se adaptó el diseño de la escuela", y agregó que tendrá más de 2.200 metros cuadrados cubiertos. "Está pensada con esta nueva mirada de construir con espacios de grandes superficies vidriadas y contacto directo con el exterior y tecnología sustentable como calefones solares e iluminación led", detalló.

El presupuesto de la licitación, que se abrió anteayer, es de $276.105.993,42. Una vez adjudicada, la obra tendrá un plazo de 330 días. Entre otras cosas, contará con un playón polideportivo, un hall principal, aulas con grandes ventanales y la posibilidad de adaptarlas por medio de paneles móviles a mayores o menores espacios de acuerdo a los requerimientos, un SUM con escenario desmontable, patios exteriores para formación y área de juegos.

Redacción/ALG