"Fantásticas" pisó el escenario de la sala "Berta Vidal de Battini"

Debajo de la peluca rosa y los brillos que lleva La Pocha hay una historia que contar, repleta de sueños y deseos vinculados con Ezequiel Marchán, un joven entusiasta que cumplió el sueño de presentarse en un teatro. Y lo demostró al emocionarse después de los aplausos del público al terminar la función que realizó el sábado por la noche en la sala "Berta Vidal de Battini" del Centro Cultural Puente Blanco. La Pocha es la protagonista y mente creadora de "Fantásticas", el show cómico-musical de transformismo que planeó Ezequiel junto con su equipo durante muchos meses y vio sus frutos con localidades agotadas.

El espectáculo tuvo varios condimentos que se mezclaron en la función. Un cuerpo de bailarines  jóvenes que le pusieron frescura al show con sus coreografías urbanas; la participación del dúo

Feedback que presentó un repertorio de clásicos de la década de los ochenta y noventa; y la invitación especial de Ángeles Alturria, modelo y vedette villamercedina que dejó encantados a quienes asistieron, principalmente en el número que realizó junto con la protagonista de la noche: ambas montaron una coreografía con la música de "Moulin Rouge".

Junto con La Pocha también estuvo Francis Legant, su coequiper que le siguió los pasos con sus propios números de baile, comedia y canto. Además, el elenco presentó a "Miss Fantástica" que apareció en pocos actos habitualmente acompañada de La Pocha.

El vestuario se llevó un punto extra durante la obra por la infinidad de cambios que tuvo el elenco que pasó por vestidos brillosos, plumas, trajes de baño y hasta un vestido de novia.

El transformismo es una disciplina artística que requiere conocimientos en actuación, canto, baile, maquillaje, peluquería, diseño de indumentaria y manejo del escenario. Esa dinámica se lució en la escena por la rapidez del elenco de pasar de un número a otro sin pocos intervalos, la energía que manejaron para mantener atenta a la gente y los chistes que utilizaron que sacaron más de una carcajada durante la noche.

La Pocha, además de cantar y bailar, interactuó con el público, dialogó con ellos y mostró su faceta más sociable al tratarlos como si todos estuvieran en una misma mesa y se conocieran de años.

Su felicidad se multiplicó al ver a sus familiares, amigos y conocidos entre las butacas y eso logró que su figura brillara aún más.

Las partes de comedia estuvieron vinculadas con chistes de todo tipo. Algunos sexuales, otros sobre la corporalidad y también la homosexualidad. Ezequiel no se guardó ningún comentario para este evento y dejó salir al artista interior con todo su esplendor.

Más allá del humor y los momentos de diversión, antes del final, La Pocha mostró su cara más humana y tuvo un momento de reflexión junto al público al recordar su pasado, su camino recorrido para ser artista y los sueños cumplidos.

Antes de que las lágrimas invadieran el final del espectáculo, La Pocha agradeció a cada una de las personas que la ayudaron a cumplir su sueño. "De chico siempre me imaginé vivir este momento y fue gracias al público y al esfuerzo que hoy cumplo con los sueños de aquel pequeño artista", concluyó.