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Cárcel para los acusados de matar a un puestero en Fraga

Para la defensa, la pareja actuó en legítima defensa. Y acusó abusos de parte de la víctima hacia su hermana.

Por redacción
| 12 de agosto de 2022
Ella. Ortiz tras salir del Juzgado; denunció que su hermano la abusaba. Fotos: Juan Andrés Galli.

Alejandra Verónica Ortiz y Juan Abel Allende no pudieron evitar la cárcel. Este jueves, ante el juez Santiago Ortiz, la defensora oficial Cecilia Mithiaux sostuvo su hipótesis de que los imputados actuaron bajo legítima defensa al asesinar a Oscar Alberto Ortiz, hermano de la primera, en un campo de Fraga, a principios de junio pasado.

 

También le pidió al magistrado tratar la situación de la mujer bajo perspectiva de género, ya que habría sido víctima de abusos desde que era niña por parte de la víctima. Por eso solicitó que ambos quedaran libres mientras continúa la investigación, aunque esa solicitud cayó en saco roto.

 

El juez, en consonancia con lo planteado por la fiscalía, consideró que hay riesgo de fuga y también de que los sospechosos puedan interferir en la declaración de testigos, y les dictó prisión preventiva por 4 meses.

 

En diálogo con El Diario, Mithiaux explicó que en la audiencia reprodujo lo que la sospechosa había contado a fines de junio, cuando acudió a la Policía y luego a la Justicia para confesar el crimen: que su hermano Oscar la abusaba sistemáticamente desde que tenía unos 7 años, que la entregaba a otros hombres e incluso abusó días antes de que terminara muerto.

 

En el transcurso de los años la mujer le habría manifestado la situación a sus padres, quienes no le creyeron. “Hoy, en el marco de esta investigación y saliendo a la luz este suceso, tampoco le creen sus hermanos; la fiscalía tampoco ha creído en su relato”, lamentó la defensora.

 

“El señor Allende es el único que sí creyó en Verónica, en su relato, en la voz de esta víctima. Por eso va a increparlo (al hombre asesinado), a pedirle explicaciones”, explicó.

 

Según el relato de los sospechosos, al llegar al establecimiento que Oscar Ortiz cuidaba, en el Volkswagen Gol de Allende, este salió a recibirlos con el arma en la mano, enfrentando a su hermana, a quien presuntamente le disparó. Ante esa situación, Allende, quien increpaba al puestero y le mostraba un palo que dicen que él utilizaba para abusarla, terminó asestándole un golpe que lo hizo caer.

 

La pareja refiere que se subió al auto para volver a Villa Mercedes, pero vieron que la víctima quería incorporarse y agarrar la escopeta, por lo que Allende le dio otros tres golpes y se llevó el arma en el auto, “sin la certeza del deceso de Oscar”, explicó Mithiaux.

 

Todo eso hizo solicitarle al juez Ortiz medidas de coerción menos gravosas, al menos para ella, quien tiene a cargo un hijo de 14 años. Pero el magistrado se negó a otorgarle la prisión domiciliaria y pidió a la defensa que aporte pruebas que den cuenta de los presuntos abusos.

 

 

“El móvil no está acreditado”

 

La fiscal Stefanía Cifuentes conversó con este medio y sostuvo que hay pruebas suficientes para imputarles el crimen y que varias coinciden con parte de la versión que los propios imputados dieron al momento de autoincriminarse, en dos audiencias que se dieron el 30 de junio y el 1º de julio. No obstante, a diferencia de Mithiaux, opinó que la motivación del homicidio no está determinada y que sobre ese punto hay que avanzar. Y que incluso podría cambiar la carátula de la causa a una figura penal más gravosa.

 

De todas maneras, la figura actual, “Homicidio simple”, tiene una expectativa de pena “que hace suponer que los encartados podrían querer fugarse y evadir a la Justicia”, comentó, y dijo que la fiscalía entiende que ya existieron algunas maniobras para ocultar pruebas. “A él (Allende), por ejemplo, la Policía lo detuvo en Juan Llerena, cuando se estaba yendo de su casa, en un vehículo que era de interés para la investigación”, y en el que fueron halladas manchas de sangre que serán peritadas, expuso.

 

También remarcó que el arma de la víctima, una carabina calibre 22, lo único que faltaba del campo que cuidaba, fue hallada en la casa del padre del sospechoso, “desarmada, con indicios de que había sido limpiada”. Por el cotejo entre el rifle y las heridas que Ortiz tenía en la cabeza, la hipótesis es que fue asesinado a golpes con la culata, pero en ella no hallaron rastros de ADN.

 

“Tampoco dimos con la ropa que los testimonios nos indican que ellos (los imputados) llevaban puesta el día del hecho, por lo que esta fiscalía entiende que hubo ocultamiento de pruebas”, agregó Cifuentes. Además, deslizó que han tenido problemas para hacer comparecer en la Justicia a familiares y vecinos de la pareja investigada, lo que infiere podría ser por influencia de Ortiz y Allende, y motiva aún más su encarcelamiento.

 

La fiscalía prevé que en los próximos cuatro meses puedan concluir de recabar las pruebas que faltan, entre ellas el análisis de las manchas halladas en el Gol de Allende y los testimonios del entorno que restan.

 

Fuentes policiales de la Unidad Regional II comunicaron que Ortiz y el hombre, considerados coautores del asesinato, fueron trasladados a la Penitenciaría de la capital ayer mismo, en horas de la tarde.

 

Redacción

 

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