Gaudí y una muñeca despeinada

Dos notables trabajos de imágenes fueron los primeros que el coordinador y docente de la Tecnicatura en Fotografía de la Universidad Nacional de San Luis, Chelco Rezzano, eligió para abrir una muestra que pretende dar continuidad hasta fin de año. “Muros”, de Yamila Zárate, primera egresada de la carrera, y “María Paz”, de Alba Camargo, son las dos series que si bien son muy distintas entre sí tuvieron en común el ojo curador. Las fotografías estarán expuestas durante un mes y medio en el café Astor, de avenida Mitre 617, en Villa Mercedes.

A partir de septiembre, Rezzano propuso armar un calendario e invitar a alumnos y egresados de la carrera que coordina a exponer trabajos realizados tanto en las materias de fotografía como luego de haber terminado de estudiar. “La muestra de Yamila consta de abstracciones sobre la Casa

Batlló de Gaudí, en Barcelona", dijo Chelco, en tanto que la serie de Camargo es sobre una muñeca.

Las fotos de Zárate son en blanco y negro y las de Alba a color. "Son dos temáticas totalmente diferentes, pero me animo a decir que tienen un excelente nivel”, sostuvo el experto.

“Muros”, de Yamila, fue realizada en un viaje de la fotógrafa a España. Son diez fotografías en formato cuadrado que retratan abstracciones geométricas sobre un paisaje de arquitectura. “La casa de Gaudí es muy llamativa en colores y formas, pero de los 5 pisos hay uno que está pintado de blanco, no tiene líneas rectas y todo está iluminado con luz natural. Con estas formas que daba la luz natural en ese sector de la casa tomé las fotografías para que el espectador pueda conocer otra mirada”, comentó la autora.

Para agendar

Hasta fin de octubre de 9 a 19 
Lugar: Astor café, avenida Mitre 617
Entrada: gratis

Por su parte, “María Paz” es un montaje de escenarios armados por ella misma con mucha minuciosidad. “La idea nació en la pandemia, en otoño y en soledad. Todo surgió por un trabajo final de una de las últimas materias donde nos pidieron sacar por lo menos 100 fotos de un objeto cualquiera. Entonces, elegí una muñeca que me prestó una sobrina", comentó la autora.

El nombre de la serie es un homenaje a la dueña de la muñeca, que le llevó a su tía una figura de 13 centímetros con toda la cabellera sucia y despeinada que la autora fue vistiendo con barbijos, vestidos y hamacas para fotografiarla todos los días.

Redacción/MGE