A puro baile, cerró el Festival del Río
Con Amar Azul y sus clásicos cumbieros, el encuentro dio por terminada su versión de regreso. También estuvieron Los playeros y Chicos Mentha.
La última jornada del Festival del Río San Luis estuvo marcada por los ritmos tropicales y un fresco ausente en las dos noches anteriores. La tormenta que llegó a la ciudad en las últimas horas de la tarde dejó una temperatura baja que fue subiendo en el escenario a medida que los grupos bailables se sucedieron. Los espectadores fueron cambiando, entonces, al ritmo de los timbales, las mantas y los abrigos del principio por la manga corta del final.
Poco antes de la medianoche, Amar Azul, el grupo central del tercer día de festival, encendió la noche a fuerza de sus teclados eminentemente bailanteros y sus historias de licor, cerveza y chicas. Justamente con “Yo tomo licor”, el grupo comenzó su recital puntano que contó con versiones de “Mil horas”, “No te olvides mujer”, “El segundo polvito”, “El candombe de José” -en versión de cancha-, “Yo me enamoré” y otros temas reformulados a la cumbia amarazulada.
La simpatía de Miguel Ángel D’annibale, el cantante, fue otro elemento trascendente de la noche. El músico -que comanda un grupo familiar en que están sus dos hijos, su tío y su sobrino- hizo subir al público al escenario, bailó con las mujeres, habló con los más chicos y tuvo palabras de cariño para la gente, los organizadores y las bandas que los antecedieron en la grilla.
Posiblemente, el cantante se haya referido específicamente a Los Playeros, el histórico grupo puntano que hizo bailar a un anfiteatro totalmente colmado, como no se había visto en las noches anteriores. Con sus clásicos y un público que lo sigue donde sea, la banda tropical demostró su poder de convocatoria y su estirpe musical.
Con las últimas luces del día, La parcera puso su cumbia colombiana con referencias rockeras y logró entrar en un público que, a priori, los miraba con desconfianza. Gracias al oficio de los músicos y a un repertorio irresistible, el grupo se fue aplaudido y transpirado.
La performance de Chicos Mentha estuvo más cerca a la de Los playeros por la trayectoria de la banda y un reconocimiento instantáneo por parte de la gente. Coreografías, ritmos livianos y el color de un grupo que convierte en bailable cualquier canción que se le cruce conformaron un combo irresistible en un anfiteatro que a esa hora -apenas pasadas las 21- ya mostraba un marco imponente.
Los encargados de abrir la jornada fueron Los pasioneros, quienes trasladaron su habitual show de salones a un escenario al aire libre en una prueba que les salió muy bien.
Redacción/MGE
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