Comenzó el juicio oral por el femicidio de Dora Arce

Este lunes, Gustavo Daniel Agüero comenzó a ser juzgado por un hecho que conmocionó a todo Quines: el femicidio de Dora Arce, ocurrido en febrero de 2022. En la audiencia de apertura pasaron por el estrado tres policías y dos médicos que intervinieron en el hecho. La madre del imputado, quien enfrenta un pedido a prisión perpetua, no quiso declarar en contra de su hijo y el tribunal oralizó su primer testimonio. La defensa no niega el hecho ni la autoría, pero apunta a eliminar el agravante de la violencia de género.

El debate comenzó pasadas las 10:30. El tribunal, conformado por su presidente José Luis Flores y los vocales Guillermo Saá Petrino y Fernando Julio de Viana, escuchó con atención la teoría del caso presentada por la fiscal de Juicio Virginia Palacios, quien mencionó que el Ministerio Público Fiscal tiene por probado que el domingo 13 de febrero de 2022, entre las 5:30 y las 6:30, Agüero llegó al domicilio de Arce, ella lo dejó pasar y se encerraron con llave en la que supo ser la habitación matrimonial. Sus dos hijos adolescentes estaban en otra parte de la casa.

Palacios relató que Agüero comenzó a recriminarle a la víctima cuestiones vinculadas “estrictamente a su relación de pareja, como ser el querer volver con ella, habiéndole manifestado, en horas anteriores, 'si no sos mía, no sos de nadie'”. Luego, expuso, le dio una puñalada en el tórax con un cuchillo tipo carnicero, de 37 centímetros de largo, que le provocó una hemorragia incontrolable.

Por todo ello, Palacios sostuvo la carátula con la que el fiscal de Instrucción 3, Esteban Roche, elevó la causa a juicio con pedido de pena perpetua: “Homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”.

A su turno, Guillermo Sánchez Pagano y Andrés Fernández, defensores del imputado, confirmaron el hecho y la responsabilidad penal de Agüero, pero plantearon que la fiscalía no ha podido probar la existencia de violencia de género: “No hay denuncias previas”, sostuvo Fernández.

Sánchez Pagano agregó que en el expediente incluso hay una pericia psicológica “que la fiscalía no cuestionó en ningún momento, que es fundamental y que de esa pericial surge que de la discusión que ocurrió en esa habitación estaría muy cercana a lo que podría ser una emoción violenta por parte de nuestro defendido”, con lo que apuntó a que el tribunal considere ese informe como un atenuante.

Tras la apertura del debate, el primero en sentarse en el estrado fue Hugo Cornejo, agente de la División Homicidios, uno de los instructores de la causa, quien dio detalles sobre quiénes fueron los primeros en llegar a la escena y cuál era el panorama con el que se encontró. “La puerta estaba abierta con una patada del lado de afuera y dentro de la habitación, que estaba desordenada, el cuerpo de la mujer. El hombre ya había sido trasladado al hospital”, dijo.

Los defensores solo le hicieron dos preguntas: si en la habitación había otra arma además del cuchillo con el que hirieron a Arce y si sabía cómo era la relación del imputado y la víctima.

El oficial Gabriel Rosales, otro de los actuantes que llegó a la escena cerca de las 6:30 el día del hecho, debió responder a lo mismo: dijo no, igual que su compañero.

Tras un cuarto intermedio declararon los médicos forenses del Poder Judicial Patricia Gallardo y Luis Lucero Arienti. La médica revisó a Agüero en el Hospital Central “Ramón Carrillo”, ya que el hombre se autoinfligió cortes tras matar a su ex, y describió las heridas que lo tuvieron tres días internado; Lucero Arienti relató cómo fue la autopsia a la mujer.

Por último, se sentó frente al estrado la madre del imputado, Lidia Giménez, quien optó por no declarar amparada en el derecho de no comprometer con su testimonio a su hijo.

Según consta en el expediente, fue ella quien avisó a la Policía y a la ambulancia luego de que su hijo le confesara por teléfono: “Me mandé una macana”. Eso es lo que declaró en primera instancia ante la Policía, pero ayer la defensa se quejó de que nadie le haya explicado en esa ocasión el protocolo correspondiente para que diera su testimonio.

El agresor, quien está alojado en el Servicio Penitenciario Provincial desde el 15 de febrero del año pasado, permaneció durante todo el debate con sus piernas y brazos cruzados, cabizbajo y con la mirada perdida. Solo se mostró conmovido cuando su madre ingresó al recinto.

El debate continuará este martes a las 9:30 con la declaración de 18 personas. Además, está previsto que se lleven adelante los alegatos y que los jueces emitan veredicto.

El hecho

El femicidio ocurrió la mañana del 13 de febrero del año pasado en una vivienda de calle Maestro Almeida 483, donde la pareja residía junto a una hija de 16 años y a un chico de 13.

Según la investigación, la noche previa al crimen, el grupo familiar acudió a la festividad de los carnavales que se celebró en el pueblo, pero por separado: Agüero fue junto a su hija y Arce con su hijo.

Al concluir la celebración, los investigadores entienden que todos regresaron a la vivienda y que Agüero, quien habría bebido alcohol, comenzó un cruce de palabras con la mujer cerca de las 6 de la mañana. Ella cerró la puerta de la habitación con llave quizá para preservar a los chicos y Agüero se aprovechó de ello para apuñalarla.

Luego, “en medio de la situación traumática, el hombre comenzó a gritar delante de los chicos que había asesinado a la mujer. Comenzó a despedirse y se autolesionó con el mismo elemento punzante”, reveló en ese momento una fuente.