Temor de productores ante casos de encefalomielitis en San Luis

Para conseguir vacunas contra la encefalomielitis equina en San Luis hay que acudir a relaciones, contactos o simplemente pagar un sobreprecio para que alguna veterinaria las provea. Esto evidencia la falta de políticas del Estado tanto nacional como provincial ante la emergencia sanitaria declarada por Senasa. Las dificultades para obtener la medicación despertaron preocupación entre los criadores de caballos por el temor a que la enfermedad alcance contagios inmanejables.

“Ni el Gobierno, ni Senasa, ni el Ministerio de Desarrollo Productivo dan señales claras, brillan por su ausencia; no hay ningún comunicado oficial; aquí no existe un protocolo específico”, expresó preocupado Jorge D'Inocenzo, un criador de caballos criollos de la zona de Villa de la Quebrada.

El productor alertó, además, que diversas actividades ecuestres siguen "como si no pasara nada y eso es tremendo porque es una pandemia y debe darse el mismo tratamiento que a la COVID-19".

Una reflexión del criador es que al haber estado varios años sin vacunar no se ha generado una verdadera inmunidad en los caballos, por eso recomendó poner una dosis, y repetirla a los 15 días.

“Al estar ausente el Estado, los profesionales y las veterinarias especulan con esto. Te matan con los precios. El tema es que hay personas que tienen entre 10 y 15 caballos y esto es un gasto importante. Es muchísimo dinero. Nosotros conseguimos vacunas en $8.200 cada dosis. Pero acabo de estar con una persona en la terminal de ómnibus que recibió vacunas por encomienda a $5.500 cada una. Acá en San Luis hay vacunatorio VIP”, se quejó D'Inocenzo.

Insistió en que “es una odisea” conseguir dosis, ya que hay mucha especulación porque la demanda alcanza a dos millones de vacunas, pero la oferta todavía no supera las 350 mil.

Lamentó que la vacunación contra la encefalomielitis equina haya dejado de ser obligatoria: “Fue un error del Gobierno levantar esa barrera sanitaria. Hay muchos pequeños productores que no podrán solventar el gasto, entonces el Estado debería darles asistencia, recorrer los campos, levantar datos, censando los caballos, teorizando, pero se limitan a cuidar los puestos limítrofes de la provincia”.

Por su parte, Ana Sol de Battista, también criadora de caballos en la zona de La Cumbre, reveló que hace 15 días consiguió vacunas para aplicar la primera dosis a sus caballos, mientras espera un segundo envío para completar las aplicaciones. Ella las consiguió a través de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos.

Sin embargo, se quejó porque ninguna de las entidades rurales locales “ha gestionado nada, tuvimos que buscar contactos en medio país para conseguir las inyecciones”.

De Battista indicó que, para conocer más acerca de la enfermedad, tuvo que pedir información a una veterinaria. “Es una enfermedad que tiene alta tasa de mortalidad; nosotros, los que amamos los caballos, teníamos un miedo enorme que nos tocara. Hoy, por lo menos en mi casa, con la primera dosis dada ya nos quedamos más tranquilos”.

Mientras tanto, el reunionismo sanitario de San Luis se replica a nivel nacional sin aportes concretos ante este desastre sanitario. El coordinador del Consejo Federal Agropecuario (CFA), Leonardo Sarquís, presidió el miércoles la primera reunión virtual conjunta de la gestión de Fernando Vilella al frente de la Secretaría de Bioeconomía, con el objetivo de “analizar una agenda de temas relacionados con sanidad animal".