El arte plástico en San Luis, el sueño casi imposible de solventarse con la inspiración

En constante crecimiento y, fundamentalmente, en permanente movimiento, el arte plástico de la provincia experimenta, a la par del resto del mundo, los cambios de paradigmas de una actividad que se renueva todo el tiempo. La incursión de la digitalización en el proceso de creación y la llegada de una camada de creadores jóvenes y entusiastas son algunas de las pinceladas que conforman un cuadro de situación esperanzador para la escena artística de San Luis.

Una descripción más pormenorizada del quehacer cultural entregó una encuesta realizada a 140 hacedores plásticos de la provincia, organizada por @artedesanluis, un perfil de Instagram creado por Eduardo Sallenave para ayudar a la difusión de los artistas locales. “Me parecía importante conocer, de primera mano, lo que están viviendo los artistas, los verdaderos hacedores culturales”, dijo el gestor, hijo del inolvidable escritor Jorge Sallenave.

La encuesta fue realizada online mediante un formulario que los voluntarios respondieron con la esperanza de tener y conformar un panorama global. Los primeros perfiles trazados sobre los participantes indican que la mayoría se sitúa entre los 26 y los 45 años, y que el 72 por ciento de los que respondieron fueron mujeres. “Eso va de la mano de su fuerte presencia en las artes”, completó Eduardo.

La pintura es la rama del arte más elegida por los artistas, aunque en las respuestas se observó que muchos incursionan en más de una técnica y que la creación textil (aquí hay que destacar el trabajo que hace el Centro de Tejido Tecla Funes, en La Punta) está casi al lado de la novedad digital. El muralismo, el collage y las artesanías con materiales reciclados están algunos puestos por debajo en las preferencias.

Los desafíos que enfrentan las personalidades plásticas de San Luis se dividen entre aquellas de índole personal (poder vivir del arte, acceder a capacitaciones, generar más intercambio entre colegas, que se reconozca su labor como un trabajo remunerado) y las más universales, como revertir el poco interés social que hay por acceder a las muestras y la necesidad de la implementación de mayores políticas culturales.

En ese punto, también los encuestados manifestaron su preocupación por los pocos lugares privados que hay para exponer, lo que limita los espacios de expresión a la órbita estatal, con la Universidad Nacional de San Luis incluida.

La gestión gubernamental anterior fue muy activa en la cuestión y permitió que decenas de manifestaciones artísticas se instalaran en los diversos espacios disponibles, como el Hito del Bicentenario, la Casa del Poeta en Merlo, la Nave Cultural, el Museo de la Poesía, el Museo del Vidrio en Jarilla, el Centro Cultural Puente Blanco y el Antiguo Templo Santo Domingo, entre otros.

De hecho, una de las últimas acciones de la Secretaría de Cultura comandada por Silvia Rapisarda fue una extensa convocatoria que permitió que 20 artistas hicieran sus exposiciones en la parte final de este año. 

► ¿Cuánto cuesta una obra de arte?

Una de las preocupaciones centrales que tiene la encuesta de @artedesanluis consiste en las condiciones laborales que enfrentan los creadores y la remuneración que reciben por sus horas frente al bastidor, a la escultura o al material que fuera. Si bien poco más de la mitad de los encuestados reconocieron que su arte es percibido por los otros como un trabajo, la profundización de esa afirmación encuentra algunos puntos irresueltos.

Por ejemplo, el 92 por ciento consideró que vivir del arte en San Luis es imposible y dijo encontrar muchas dificultades al momento de poner un precio a su obra, un problema que, en rigor, es común para los artistas de todo el mundo. Algunos respondieron que la docencia, la curaduría, la gestión cultural o la participación como jurados de algún concurso son actividades frecuentes que los ayudan a solventar su vida.

El 16 por ciento de los puntanos que dijo tener en claro cómo fijar el precio de su creación aseguró que lo hace en base al tamaño, al precio de los materiales, al tiempo invertido y a lo que cobran galerías del resto del país. “Lograr una venta satisfactoria donde el costo-beneficio sea positivo es clave para la continuidad del artista y la valoración de su trabajo”, dijo el encuestador.

Una de las conclusiones centrales es que el mercado de la provincia no está preparado para sostener los valores reales de una obra de arte, por lo que los vendedores tienen que modificar sus precios en rebajas a veces considerables para poder deshacerse de su creación. En “Nada”, la miniserie protagonizada por Luis Brandoni y Robert de Niro, hay una escena que describe con crudeza lo complejo que es estipular el precio de un cuadro, sobre todo si hay un valor afectivo de por medio, otro de los factores que los artistas locales aseguraron ponderar para la venta.

Los que consiguen poner en circulación sus creaciones dijeron que la venta directa es la forma más elegida de hacer la transacción, aunque reconocieron que la presencia de las redes sociales y de las galerías y exposiciones también son efectivas para satisfacer una demanda todavía débil. Unas cuantas respuestas, sin embargo, sostuvieron que tienen la dicha de hacer obras por encargo.

Un dato curioso que arroja el relevamiento es que el 60 por ciento de los encuestados dijo que sus amigos o conocidos consumen su arte, lo que deja una buena cantidad de hacedores (el restante 40 por ciento) fuera de un mercado que, por cercano, debería ser más activo. A la vez, la misma cantidad de artistas que puede venderles sus creaciones a sus conocidos suele comprarles a sus colegas.

“El espíritu de cuerpo que viven algunos artistas, ayudándose, potenciándose, es clave para consolidar la profesión. Es importante reconocer el arte de un colega, su esfuerzo y expectativas que hacen un círculo virtuoso en constante retroalimentación”, aseguró Sallenave. En la encuesta, el 60 por ciento comentó pertenecer a algún círculo o asociación artística.

Las muestras colectivas, entonces, se convierten en un sostén fortalecido para el desarrollo de la actividad, a tal punto que el 83 por ciento de los artistas consideró importante participar de ellas. Ser parte de exposiciones con otros colegas brinda la posibilidad de obtener una visibilidad que de manera individual sería más difícil de conseguir. Además, los creadores más jóvenes encuentran allí una buena puerta de entrada.

En contraposición, más de la mitad de los encuestados respondió que realiza muestras individuales, una expresión —si bien costosa y dificultosa— que les permite legitimar su trayectoria e independencia, a la vez que potenciar el currículum. Una cantidad similar aseguró que prefiere no inscribirse en certámenes y convocatorias. De los que deciden participar de los concursos, el 84 por ciento lo hace en competencias nacionales y el 34 en internacionales.

► Los objetivos para el año que viene

Como la encuesta se realizó en noviembre, el organizador aprovechó para preguntarles a los participantes cuáles son los proyectos para 2024. Sallenave dijo que se encontró con respuestas que dejaron en claro de manera contundente las ganas de ir por más que tienen los plásticos puntanos y las formas variadas con las que piensan encarar el próximo año. Además, el encuestador ponderó que la incertidumbre del contexto social, político y económico del país y de la provincia no amedrentó, al menos en las respuestas, a los artistas.

“El arte sigue avanzando, adaptándose y buscando estar presente en la vida cotidiana”, dijo Sallenave, quien enumeró como objetivos para 2024 por parte de los puntanos hacer exposiciones en otras provincias, terminar de construir el taller o su espacio para dar clases, seguir con las capacitaciones y, por supuesto, participar de más muestras.

 Redacción / NTV