Irá a juicio por producir material de abuso sexual con adolescentes

El caso se destapó gracias a un hombre que decidió comunicar a las autoridades lo que veía casi todas las noches: que dos hermanos adolescentes del pueblo salían de la casa de su vecino, mayor de edad y con antecedentes por delitos contra la integridad sexual. Efectivos de la Comisaría Distrito 23ª de Tilisarao iniciaron una investigación que finalmente terminó en la detención y procesamiento del sospechoso. Hace unos días, la fiscal de Instrucción Débora Roy Gitto pidió elevar la causa a juicio con un pedido de pena a 7 años de prisión.

El imputado, de quien no trascendió el nombre, pero sí que tiene 57 años, está acusado por los delitos de corrupción de menores y tenencia de material de abuso y explotación de niños, niñas y adolescentes en concurso real.

Las víctimas fueron dos hermanos varones de 15 y 17 años, quienes entre mediados de 2018 y junio de 2019 fueron sometidos a distintas prácticas por el acusado, que desvió “los instintos sexuales de las víctimas, no solo buscando satisfacer sus propios deseos sino también, queriendo obtener satisfacción de la posterior actividad corrompida de sus víctimas, hechos que fueron perpetrados en reiteradas oportunidades, comprometiendo la evolución normal de la personalidad sexual masculina de los menores, modelando lentamente su psiquis en etapas sucesivas de acercamiento para depravarlo, para así tener con quién saciar su anormalidad sexual”, narró Roy Gitto el jueves ante el juez de Garantías subrogante de Concarán, Juan Manuel Montiveros Chada, en la audiencia de elevación a juicio.

Tras la denuncia en 2019, la Policía hizo un allanamiento en la casa que el imputado ocupaba en Tilisarao y secuestró varios dispositivos electrónicos que fueron peritados por especialistas del Departamento de Delitos Complejos del Poder Judicial. En una netbook hallaron archivos multimedia con más de 500 imágenes y dos videos de índole sexual relevantes para la causa.

En su teléfono celular también había imágenes que mostraban el uso de sustancias ilegales en el domicilio del acusado, conversaciones con menores y capturas de una de ellas. Además, los especialistas comprobaron que su perfil de Facebook está en la lista de reportes del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados

(Ncmec, por su nombre en inglés) con sede en Washington, Estados Unidos, que monitorea delitos contra la integridad sexual infantil en internet.

Para Roy Gitto, “hay elementos probatorios suficientes para acreditar que el acusado invitaba a los damnificados a su domicilio de la ciudad de Tilisarao para realizar conductas delictivas como las ya mencionadas”, y pidió una pena a siete años de cárcel considerando como agravantes las circunstancias de tiempo, modo y lugar de los hechos; la naturaleza de los mismos, y la extensión del daño causado a los hermanos. También, la intención deliberada de corromper a las víctimas para servirse a futuro de ellas, el peligro potencial e idoneidad del acto para producirla.

La causa fue instruida bajo el Código Procesal Penal anterior, pero la defensa optó por el cambio al nuevo sistema y la causa le fue remitida a la fiscal de Instrucción, quien hizo una ampliación de cargos y la acusación.

Al inicio del proceso, el hombre estuvo en el Penal con prisión preventiva, pero al haberse cumplido los plazos de la investigación, la Justicia consideró que ya no representaba un peligro para el proceso, quedó libre y así llegará al debate oral, que posiblemente se celebre el año entrante.

Una fuente de la investigación le comentó a El Diario que el imputado ya cumplió una condena por un delito similar hace unos años. En la audiencia de este jueves, el defensor oficial en lo Penal José Francisco Pérez sostuvo que probará la inocencia de su defendido durante el debate oral.