¡Es un pájaro!, ¡es un avión!... ¡Bang!

La milicia de Estados Unidos siempre está alerta. Incluso en otros países o contra un sistema de defensa planetario. Parece mentira que las epopeyas de cintas como “Día de la Independencia” puedan ser reales. Pero hoy por hoy puede materializarse. “No descartamos nada”, dijo el general Glen D. VanHerck, al mando del Comando Norte de la Fuerza Aérea.

En la película “Superman” de Christopher Reeve se popularizó la frase: ¡Es un pájaro!, ¡es un avión!... ¡Es Superman! En este caso, ante la menor duda, los norteamericanos y los canadienses decidieron derribar a los Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI) sobre el aire de Michigan y luego investigar de qué se tratan.

El domingo pasado, el gobierno de Estados Unidos cerró temporalmente el espacio aéreo sobre el lago Michigan por razones de “defensa nacional”, después de que en la última semana fueran derribados tres objetos que volaban sobre su territorio y el de Canadá.

Antes, los chinos reconocieron que unos globos suyos sobrevolaron por el planeta en un experimento que aún no está del todo claro. Sin embargo, en esta oportunidad, optaron por el silencio.

Después de que Estados Unidos derribara un supuesto aparato espía chino en Washington, ahora el país asiático denunció la presencia de al menos 10 globos en China desde enero de 2022, según informó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin.

Si no son de un lado u otro… entonces la pregunta es simple: “¿Son naves espaciales?”.

Para los amantes de la ciencia ficción, en los noventa la serie “Código X” dejó dos frases para pensar: “No confíes en nadie” y “La verdad está ahí afuera”.

¿Serán acaso estos seres de otro planeta tan buenos como E.T. o ALF? ¿Serán tan aterradores como en “Invasión” o “Mars Attacks”? O también tan desconcertantes como en “Señales”.

Lo que sí es cierto es que si la incertidumbre se apoderó del Sistema de Defensa norteamericano, qué queda para los pobladores comunes que menos idea tendrán de lo que sucede arriba en el cielo. Aunque alguno ya debe tener la posta. Al menos si fueran argentinos, eso sería así.

Los ovnis, ahora conocidos como FANI, son un misterio tan natural como el agua. Hay cosas que son inexplicables y que quizá la ciencia ficción puede responder. Pero ya hemos visto que esto se puede concretar. Al menos quienes hayan leído a Isaac Asimov o Héctor Germán Oesterheld.

A nadie le importa la opinión de un periodista, pero creo en algo que está ahí afuera y que no es tan bueno como los seres de Melmac. Pero si hubieran querido invadir, ya lo hubiesen hecho.