Investigan a cinco empleados por el robo a Mostaza

A una semana del robo al local de comida rápida Mostaza, en el que un delincuente se llevó al menos $1.300.000, las averiguaciones todavía no han arrojado datos certeros sobre un posible o posibles sospechosos. No obstante, las averiguaciones están encaminadas y para echar más luz a la pesquisa, el personal del Departamento de Investigaciones (DDI) de San Luis les incautó el teléfono a cinco empleados del comercio.

La franquicia de la casa de comida rápida, ubicada en la peatonal Rivadavia de la capital puntana, tiene alrededor de 30 trabajadores, calculó una fuente allegada a la investigación. Los empleados están repartidos en diferentes áreas, tales como atención al cliente, seguridad y administración.

Si bien no trascendió a qué sector pertenecen los trabajadores a quienes les secuestraron los celulares, los investigadores contemplaron, entre otras variables, para descartar sospechosos, a los empleados que están de licencia, por ejemplo.

La orden de allanamiento fue solicitada por el fiscal instructor Ricardo Barbeito. La requisa fue hecha mientras "el comercio estaba abierto al público, durante la tarde", señaló el informante.

Los teléfonos serán peritados por el personal de Delitos Complejos del Poder Judicial, que analizará, sobre todo, las comunicaciones que mantuvieron los empleados, indicó.

Además del análisis de los aparatos, los investigadores continúan con la revisión de los videos de las cámaras de seguridad que tiene el local y también de las filmadoras del gobierno provincial que están situadas en las calles.

El robo a Mostaza fue el viernes de la semana pasada. Gracias a que una de las cámaras de video captó los movimientos del ladrón, descubrieron que el hecho sucedió cerca de las 2:45.

Según trascendió, ninguna de las aberturas del local estaba violentada y tampoco la alarma del sistema de seguridad sonó durante el robo.

Cuando el primer empleado llegó al comercio ese día a cumplir su turno, solo notó que la puerta corrediza del negocio estaba abierta, pero pensó que se había tratado de una falla eléctrica.

Recién a las 6:40, cuando el dueño de la franquicia llegó y fue hasta el piso donde está la caja fuerte, descubrió el faltante del dinero.

Redacción/ALG