Ayelén Rosalez descansa en San Luis y sueña con los Juegos Olímpicos

Ayelén Rosalez está con la mente puesta en los Juegos Olímpicos. Después de una temporada positiva en el Porriño de España, donde juega hace seis años, la arquera puntana de la Selección Argentina de handball, que está de vacaciones en San Luis, quiere hacer un buen trabajo en la "Albiceleste" para estar en los Panamericanos de Chile, que dan el pasaporte a París 2024.

Porriño es su casa. Las buenas actuaciones en su equipo sedujeron al cuerpo técnico de Argentina para darle una nueva oportunidad con La Garra. "El simple hecho de formar parte de la Selección para mí ya es un logro inmenso, y ojalá pueda representar a mi país durante muchos años más", comenzó diciendo en su visita a El Diario.

El handball en el país crece a paso firme; la gran cantidad de jugadores que emigran a jugar a Europa es un fiel reflejo de que la cosa marcha. Es cierto, falta mucho, pero ese es el camino.

La camiseta argentina es lo que más anhelan los deportistas. Ayelén dice que cuando tiene puesta la "Albiceleste" piensa en la familia, los amigos, que sabe que la apoyan incondicionalmente.

En España creció un montón. De Argentina se fue una piba de 19 años con muchas ganas, que ahora es una mujer llena de experiencia que aprovecha cada momento que le da un partido.

Tiene mucho por mejorar, aunque viva un enorme presente. "En mi posición siempre hay cosas que mejorar, las jugadoras y el juego evolucionan día a día y eso implica prepararse y trabajar a conciencia".

La temporada que viene seguirá en Porriño y si llega algún cambio se verá en el año, pero siempre lo que sea mejor para ella y su crecimiento.

A la hora de elegir un sueño, opta por París 2024. Y cuando le preguntan por un partido, no duda: el primer cotejo con la Selección.

Se define como una piba trabajadora y constante. De esa manera llegó adonde llegó. No hay que olvidarse que a los 11 años dejó San Luis para irse a vivir a Villa Dolores. Después siguió su paso por Alta Gracia, hasta que España le abrió las puertas.

Es familiera, bonachona. Tiene un físico que mete miedo: cuando las delanteras atacan, parece que se les achica el arco cuando asoma la figura de Ayelén.

No se la cree. Trabaja duro para llegar de la mejor forma a cada cita. Estuvo en todos los procesos juveniles de Argentina, pero ser parte de La Garra tiene un gusto especial. Es jugar con la Selección mayor, ese equipo que cada día crece más y que de un momento a otro va a dar un batacazo en algún Mundial. Y Ayelén quiere ser parte de eso.

Ahora está en el calor de la familia. Charlas con mamá y papá para ponerse al día. Pasa mucho tiempo sin venir, y cuando lo hace desea hacer todo. Y a veces no alcanza.

"Disfruto mucho de San Luis. La familia es el motor para que yo haya llegado a España. Estuvieron y están siempre, así que cada vez que puedo, vengo a cargar energías para regresar llena de amor".

Ayelén Rosalez, esa arquera que comenzó por accidente, hoy vive un presente de película. Es titular indiscutible en Porriño, pelea por un lugar en La Garra y sueña en grande. "El equipo está bien. Con muchas ganas de jugar cosas importantes, así que esto no es un dato menor a la hora de encarar alguna competencia".

Ayelén la peleó siempre. Nadie le regaló nada. Cuando sus compañeritas estaban en el último año de la primaria, ella decidió emigrar a Villa Dolores para alcanzar un salto de calidad. Y con 19 años, de la noche a la mañana, optó por irse a España, donde hace ocho temporadas que triunfa.

Entre ceja y ceja tiene los Juegos Olímpicos. Va a atajar tantas pelotas, que la llevarán hasta "La Ciudad de la Luz". París la espera, y ella está ansiosa de ser parte de una cita que reúne a los mejores del planeta.

Dicen a que los sueños, para alcanzarlos, hay que perseguirlos, y Ayelén no va a parar hasta lograr el objetivo, ese que soñó cuando abrazó este deporte cuando apenas tenía 11 años.

Redacción/MGE