Ley Lucio: la Cámara de Diputados dio la media sanción a la adhesión

En una extensa sesión, la Cámara de Diputados dio media sanción a la adhesión de la Ley Lucio, normativa que prevé la implementación de un plan federal de capacitación sobre derechos de niñas, niños y adolescentes, con carácter continuo, permanente y obligatorio. Está destinado a personas que se desempeñan en áreas y dependencias de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El texto fue aprobado con 36 votos a favor y 2 en contra. “Esta norma nacional a la que estamos buscando adherir vuelve a poner en debate y en agenda los derechos de los niños, niñas y adolescentes que tenemos que seguir garantizando, a través de un plan de capacitaciones con contenidos vinculados a los derechos ya consagrados”, explicó la diputada del PJ y miembro informante, Fernanda Spinuzza.

De acuerdo a lo que manifestó, se incorporan algunas situaciones relevantes que suceden en las denuncias de los casos de maltrato infantil, que tienen que ver con la identidad del denunciante. A partir de ahora y gracias a la Ley Lucio, se podrá restringir y cuidar ese aspecto.

Según expone lo dispuesto, la autoridad de aplicación en San Luis sería el Ministerio de Desarrollo Social. La adhesión indica la promoción de la concreción, en todo el territorio puntano, de actividades de concientización y convoca a organizaciones sociales, recreativas, culturales y deportivas a celebrar convenios de cooperación.

Spinuzza expuso en primer lugar el proyecto y graficó sus alcances. Inmediatamente, el diputado del radicalismo, Luis Lucero Guillet, esgrimió planteos que trataron de obstaculizar el debate.

“No voy a acompañar esta ley porque no es el proyecto que presentamos”, justificó furibundo en contra de la aprobación del despacho que ingresó por mayoría desde la Comisión de Asuntos Constitucionales.

Sus pares que bregaron por la aprobación de la adhesión tuvieron que superar algunos escollos con los que la oposición intentó frenar la media sanción. El sector que se posicionó en contra solicitó que se tuviera en consideración un despacho por minoría. El pedido, tras un cuarto intermedio en el que los opositores permanecieron en el recinto prestando especial interés a sus teléfonos celulares, fue aprobado por unanimidad y sumó tres artículos a la propuesta emitida por mayoría.

Otra instancia que jugó para impedir que el proyecto prospere se dio cuando la diputada Berta Arenas propuso que la iniciativa volviera a comisión. Incluso pidió que el texto fuese girado a la comisión de Salud. Sin embargo, no prosperó (se rechazó por 22 en contra y 15 a favor). Así y entre polémicas, continuó la sesión.

La jornada fue tan particular que hasta la propia presidenta de la Cámara baja, Silvia Sosa Araujo, tuvo que dirigirse hasta su banca de diputada para responder las acusaciones vertidas por Lucero Guillet.

Ya sin la posibilidad de dilación o caída del debate, los legisladores se dispusieron a discutir específicamente sobre la norma. O al menos eso indicaba el procedimiento, ya que los diputados de la bancada opositora se encargaron de discurrir sobre cuestiones semánticas que “nada tienen que ver con el espíritu de la ley”, según dijo Sonia Delarco en su tiempo de uso de la palabra.

Delarco manifestó estar doblemente sorprendida. En primer lugar, porque pensaba que la ley “iba a salir por unanimidad” y en segundo término, por los motivos por los que la discusión se extendió. “Tenemos demoras por cuestiones personales y no por un debate de fondo”, cuestionó.

“La oposición no asiste a las comisiones desde principio de año. La sesión no es el momento para este tipo de planteos”, dijo

Spinuzza.

Y agregó: “Es evidente que no quieren hablar de las infancias y por eso ponen cuestiones técnicas legislativas”.

Por su parte, Gloria Petrino, presidenta del bloque Unidad Justicialista, aseguró que el texto que obtuvo media sanción es una “ley fundamental para poder generar mecanismos de protección y cuidado de las infancias y niñeces”.

Ahora resta el tratamiento en la Cámara de Senadores para su sanción definitiva.

Sobre la ley a nivel nacional

El proyecto nacional fue inspirado en la trágica muerte del nene de 5 años Lucio Dupuy, abusado sexualmente y asesinado a golpes por su madre y la pareja de ella. La legislación establece tres nuevas herramientas que refuerzan la Ley 26.061 de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes: capacitación obligatoria para los agentes del Estado que trabajan en relación a la niñez, reserva de identidad y campañas de concientización en medios de comunicación y redes sociales.

Entre los principales argumentos por los que se impulsó la Ley Lucio, resalta la necesidad de que los profesionales de la salud, docentes y funcionarios puedan advertir y detectar situaciones de violencia intrafamiliar.

Redacción/ALG