Hablemos de amor

 El famoso Bert Hellinger, creador de las constelaciones familiares, escribió una frase impactante: "La relación de pareja se define en el primer cuarto de hora".

Muchos pensarán ¿cómo hacen las parejas para definir su amor en quince minutos? Pero claro, la metáfora de este maestro era más profunda y proponía una forma, algo que nosotros decimos “disponibilidad”.

Vamos a empezar por el ejemplo contrario: cuando observamos o nos sucede que estamos con otro hace un tiempo y nada se define, ni el amor, ni la separación, ni el proyecto compartido, ni la convivencia, ni la sexualidad, ni la familia, si quisiéramos, a veces ni siquiera un viaje juntos, entonces nos preguntamos si allí, en ese vínculo, existe la disponibilidad para realmente estar y construir con el otro, más allá de los resultados.

Iniciar la pareja es una actitud y una presencia que se le otorga al otro de antemano, con la palabra más hermosa del mundo, que es "sí". Y le decimos sí a todo, si realmente queremos estar en pareja. Y nos arriesgamos y luego vemos qué pasa. Vamos sumando ladrillos a ese castillo que no siempre termina con la estética que soñamos, pero la vida se va un poco en eso.

La no disponibilidad en la pareja siempre va acompañada de justificativos mentales como ser: necesitamos más tiempo, necesitamos estar más seguros, necesitamos más plata, necesitamos conocernos más, etcétera. Por eso, el maestro hablaba de esos famosos quince minutos, donde quizá lo único que sucede es intercambiar un teléfono, irse ilusionado a dormir y esperar al otro día para ver cómo sigue este asunto. En esos primeros encuentros, mostramos de muchas maneras que sí queremos estar, soñar y compartir.

Muchas personas después de estar años en pareja que no estaban disponibles realmente, y compartir era caótico, se vuelven a enamorar y en dos meses preparan un casamiento, una luna de miel y hasta un embarazo. Allí vemos, entonces, que los tiempos del amor son intensos y desbordantes, un poco caóticos, nos obligan a dejar el ego de lado, nos hacen más humildes, más sonrientes, más miedosos, más humanos…