Moriñigo mintió antes y mintió después
Fue una semana complicada para Víctor Moriñigo. El rector de la Universidad Nacional de San Luis estuvo en el ojo de la tormenta porque, como bien dice el dicho, las mentiras tienen patas cortas y él quedó expuesto porque mintió dos veces en un mismo tema.
Primero, el lunes envió una carta a la directora del Centro Cultural y Solar Histórico de San Francisco del Monte de Oro, Carina Orozco, para solicitar el uso de la explanada del edificio que fue la primera escuela de Domingo Faustino Sarmiento. El objetivo que decía la misiva era claro y no abría espacio a la doble lectura: iba a ser usado el jueves a las 13 para un acto INSTITUCIONAL (así en mayúscula figura en la nota) del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) sobre defensa de la educación pública.
Moriñigo aseguró que el planteo lo realizaba en su carácter de vicepresidente del organismo para "realizar una manifestación pública donde reforzaremos nuestro compromiso con la educación pública enmarcado en lo comunicado por el CIN".
Pero una vez que le prestaron el edificio, se develó el verdadero fin de la solicitud: los medios poggistas empezaron a difundir que ese día, en ese horario y en ese mismo lugar se iba a desarrollar un acto político encabezado por una de las fórmulas presidenciales de Juntos por el Cambio, la de Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales, para dar a conocer al país su plataforma educativa de campaña. Y a ellos se les iban a sumar la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, el gobernador electo Claudio Poggi y los candidatos a legisladores nacionales por San Luis de ese sector partidario.
Todo lo que pronosticaron los medios poggistas se cumplió. Es decir, el rector hizo trampa porque presentó una nota para una cosa e hizo otra. Moriñigo mintió antes, cuando envió la carta ocultando el motivo del pedido, y después en nombre del CIN, con la supuesta manifestación pública del organismo que reúne a las 70 instituciones universitarias públicas del país que lo integran, porque solo estuvo él y otro radical, el rector de la Universidad Nacional de Villa Mercedes, David Rivarola.
La mentira tiene patas cortas y Moriñigo la firmó con su puño y su letra.
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