Ciberdelito: crecen los casos de suplantación de identidad

En el plano digital, la delincuencia no tiene descanso y los estafadores diariamente operan para posicionarse a la vanguardia de los avances de la tecnología. De las modalidades más reiteradas, en el último tiempo se advierte un crecimiento de la suplantación de identidad en WhatsApp. El escenario es un fenómeno nacional, de hecho si se indagan noticias de sucesos alusivos se pueden ver diferentes robos cometidos en la última semana en diferentes provincias. San Luis no es ajeno al contexto, incluso recientemente se conoció que unas 5 personas sufrieron una estafa virtual simultánea en Tilisarao bajo este tipo de métodos.

“No ha sido la primera vez lo que ocurrió en Tilisarao. Tenemos un montón de situaciones similares de gente que cae por engaño. No contamos por ahora con números concretos ya que estamos trabajando en las estadísticas, pero sí se trata de algo que crece. No hay número definido, pero en base a la cantidad de causas se advierte que hay una alta modalidad delictiva”, aseguró el subcomisario Sebastián Acevedo, jefe de la Unidad de Investigación de Ciberdelitos (UIC), una dependencia conjunta de la Policía puntana y el Ministerio Público Fiscal.

La suplantación de identidad consiste básicamente en el robo de una cuenta en una red social, que por ende se traduce en el hurto de la identidad de un usuario. Lo que ocurre últimamente con WhatsApp es que se ha extendido, pero también puede suceder en otras plataformas como Facebook o Instagram. Los delincuentes, al conseguir exitosamente el ingreso a las cuentas de las víctimas, pueden enviar mensajes a los contactos requiriendo dinero, principalmente alegando supuestos problemas que demandan prisa en su resolución. La gente a la que le llega este tipo de pedidos confía en que quien se comunica es allegado y cae en la trampa.

“Todo pasa por la ingeniería social que hay detrás del contacto, para hacerse del código de verificación de WhatsApp, para instalar la app en otro teléfono y operar. Se puede acceder a los contactos porque cuando se instala la aplicación en otro equipo, devuelve en un backup los contactos y la mensajería. Es así como alguien puede enviar mensajes simulando ser otra persona”, especificó Acevedo.

Los delincuentes logran acceder a las cuentas mediante diferentes engaños. Por lo general, ocurre que el titular de WhatsApp recibe mensajes o algún tipo de comunicación con la que se trata de obtener el código de validación. El estafador logra con esto activar el teléfono como si fuera la persona real.

Acevedo recordó que en tiempos de pandemia, era usual una modalidad en la que se hacían pasar por el Ministerio de Salud y pedían un código para la vacunación o diferentes consultas; a la hora de hacer daño no falta la creatividad. Siempre fluctúan sus metodologías, aproximándose a los temas actuales. Recientemente, se conoció una singularidad vinculada a la consulta del padrón electoral de cara a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

“Esto se puede evitar. Si me piden un código no tengo que brindarlo porque es lo que les permitirá instalar la aplicación en otro teléfono. La recomendación que damos desde la UIC es la activación del doble factor de vinculación de WhatsApp, que da seguridad. Con esto, los estafadores precisarán un código extra para hacer uso de la app y si intentan abrirla en otro dispositivo, se le pedirá constantemente ese código. Uno puede definir la frecuencia con la que se active el mismo”, mencionó.

Verificación en dos pasos

La verificación en dos pasos es un método muy útil para evitar el robo de cuentas de WhatsApp. Para activarla, hay que abrir la aplicación y tocar en los tres puntos que se ubican en el margen superior derecho. Una vez que se despliegue la barrera de opciones, hay que ingresar a Ajustes, ir a Cuenta y luego clickear en Verificación en dos pasos. Hay que presionar el botón “Activar” e ingresar un pin de 6 dígitos. Aunque no es obligatorio, es recomendable ingresar un correo electrónico para recuperar la clave en caso de olvidar la contraseña.

Redacción/MGE