Siete cuadras de cola para celebrar San Cayetano en Buenos Aires
La fila de devotos se extendió con el correr de las horas para ingresar a la parroquia de la calle Cuzco 150 y rezarle a la imagen del santo. Historias, rezos y pedidos.
Miles de files se convocaron este lunes en el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, formando filas de hasta siete cuadras para pedir y agradecer al "patrono del pan y del trabajo", con espigas y estampitas, en una celebración marcada por el frío invernal que obligó a los voluntarios a repartir mate cocido y agua caliente.
Desde anoche, la fila de devotos de San Cayetano se extendió con el correr de las horas para ingresar a la parroquia de la calle Cuzco 150 y rezarle a la imagen del santo.
"Todos los años vengo a dar gracias y a pedir por mi familia y por toda la gente que conozco", dijo Carmen Suárez, de Florencio Varela, acompañada por su hijo Mirko, de 15 años.
Mientras esperaba para llenar su botellita de plástico con el agua bendita de los tanques que se encontraban en la entrada de la iglesia, Carmen contó que la utilizará en su casa para "cortar las malas ondas".
"Voy a regar la entrada de mi casa, la ventana, y también a veces uno se tira un poquito en la cabeza cuando anda con mala vibra", relató.
A pesar de los 7 grados con los que arrancó la mañana en la ciudad de Buenos Aires, los fieles se congregaban envueltos en camperas y bufandas llevando figuras del santo, espigas de trigo, estampitas y velas para bendecir.
Hacia el mediodía la fila sobre la calle Bynon ya era de 7 cuadras y llegaba hasta las inmediaciones de la autopista Perito Moreno, mientras que varios sacerdotes recorrían la fila para dar la bendición.
Otra escena que se repetía entre los files eran las familias que compraban figuras y estampitas, como el caso de Mariela, quien llegó con sus hijos y su nieta desde la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere.
Uno de sus hijos, Lautaro -de 16- relató que se acercaron para "pedir por la familia", y remarcó que repiten como tantos otros la tradición de asistir a la celebración todos los años.
Télam/MAM.
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