Aseguran que ocurrirán más fenómenos climáticos extremos

San Luis atravesó varios fenómenos climáticos extremos, pero hubo dos que se destacaron durante los primeros meses del año. Uno de ellos fue la demoledora granizada que se desarrolló en Villa Mercedes, durante el Festival de la Calle Angosta, el 26 de enero, y otro que ocurrió el 18 de febrero, cuando una helada atípica destructiva arrasó con la producción agrícola. “Este tipo de episodios desafortunados van a comenzar a surgir con mayor frecuencia, de manera espontánea y con algunas horas de anticipación. Están asociados a lo que todos conocemos como cambio climático, que es el que determina que tengamos atmósferas cada vez más inestables”, indicó Carlos Dibella, especialista en Sensores Remotos, Agrometeorología y Climatología Agrícola.

Hasta el momento, los pronósticos a corto plazo indican que se mantienen ciertas anomalías asociadas a las lluvias y las temperaturas para distintas regiones del país: esto abarca los próximos tres meses, dentro de la nueva estación, y ambos patrones ya muestran señales de crecimiento paulatino.

La fluctuación de temperaturas será notable, con registros que estarán por encima de lo normal para algunas regiones, mientras que otras tendrán un escenario mucho más acorde a la época del año. Aunque para San Luis septiembre no trae indicios de precipitaciones anticipadas, sí se caracterizará por temperaturas superiores a lo normal.

El profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet aseguró que la inestabilidad climática impactará de manera directa en la variabilidad de las lluvias, pero también en la ocurrencia de eventos como temperaturas y sequías extremas, heladas tardías, tormentas con intensidad eléctrica variable y con vientos muy fuertes, todo en épocas particulares, en las que estos episodios no son frecuentes.

“Por ejemplo, puede surgir en medio del verano una helada como la de febrero o una granizada demasiado estruendosa, en un lugar en el que estos episodios no eran frecuentes que sucedieran. O sea que todas estas inestabilidades que va generando el cambio de temperatura en la atmósfera pueden generar estos eventos a los que vamos a tener que acostumbrarnos en los próximos años. Tendremos temporadas muy húmedas y otras muy secas”, explicó Dibella.

En consonancia con la información que brindó el especialista en climatología, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó que para el trimestre septiembre, octubre y noviembre, en Córdoba, en el extremo sur de Santa Fe, en el centro-oeste y sur de San Luis, y en el noroeste argentino (NOA) las precipitaciones serán entre normales e inferiores. Es decir, que en la provincia se esperan niveles de lluvia típicos para la época. “En este caso también podemos decir que serán mejores milimetrajes que los que se registraron el año pasado”, aseveró.

“El promedio histórico como hemos visto en los últimos cuarenta años no se parece en nada al de los últimos quince, al de los últimos diez o cinco años, así que las variables van a jugar un rol bastante importante en cuanto a la cantidad de agua disponible que van a tener para la cosecha en los distintos establecimientos”, añadió Dibella, sobre cómo repercutirán las lluvias en la actividad agrícola.

Además, explicó que “será importante saber con cuánta agua se dispone para el inicio de la campaña. También lo será teniendo en cuenta cuándo, es decir, el momento en que se produzcan esas lluvias, aunque estén dentro de los rangos normales no va a ser lo mismo si se llueve a lo largo de la estación de crecimiento, si ocurre todo al inicio o si llueve durante el final de la temporada”.

En una publicación de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), resaltaron que las condiciones de El Niño ya están instaladas. “Hay un 99% de probabilidad de que el evento El Niño continúe en primavera y un 95% de que se prolongue al trimestre estival”, aseguraron los especialistas en un informe.

Para reafirmar la teoría de que los eventos climáticos extremos ocurrirán cada vez con mayor frecuencia en San Luis, la Red de Estaciones Meteorológicas (REM) de la provincia puso especial esmero en aceitar un sistema rápido para emitir y monitorear alertas meteorológicas. El sistema funciona con igual precisión y anticipación, aunque con una lectura a nivel regional más precisa.

Dibella puso énfasis en que, además de la observación del cielo y las nubes, hay que prestar cada vez más atención a este tipo de sistemas que cuentan con alertas tempranas de fácil acceso.

Sobre las temperaturas

Además de tener un pronóstico a mediano y largo plazo para prever la cantidad de lluvias que traerá El Niño, que avanza lento e irregularmente debido a los vientos polares, “también están disponibles para conocer los anticipos sobre las temperaturas. En este caso, hay más información disponible y los pronósticos son mucho más certeros. Además, se pueden anticipar por temporadas, es decir que ya sabemos que tendremos un verano y una primavera bastante calurosos”, explicó el especialista.

El SMN asegura en este sentido que las temperaturas medias serán superiores a los valores normales en el norte argentino, normales e inferiores en el centro del país, e inferiores hacia el sur.

Específicamente, para el mismo trimestre, aseveran que en la franja norte y en el este de San Luis se registrarán temperaturas máximas superiores a lo normal.

“Las altas temperaturas también aumentan la demanda atmosférica. Así que aunque llueva más, los cultivos van a requerir más agua, con lo cual, digamos que están en una situación mejor que la del año pasado. Pero siempre vamos a estar bastante al límite de las necesidades de agua”, anticipó Dibella.

Pregunta obligada

“Los golpes de calor pueden ocurrir. Habrá que brindar recomendaciones. Claro que esas temperaturas muy altas impactarán en la población. Tendrán que estar alertas también los organismos de Salud Pública, porque normalmente también eso va acompañado por altas temperaturas que nos afectan a nosotros. Y más si duran varios días”, especificó el especialista en climatología y afirmó que la recomendación es que la población “esté atenta a los servicios climatológicos para prevenir cualquier malestar. Aunque sea con horas de anticipación, hay que estar preparados para estos fenómenos extremos”, concluyó.

Por qué son útiles las alertas

Con la implementación del nuevo Sistema de Alerta Temprana (SAT), el SMN incorporó hace tres años nuevas características a las alertas y otras herramientas que ofrecen información de calidad y oportuna para la toma de decisiones, que se resumen en 10 puntos.

Las alertas se emiten en situaciones meteorológicas particulares. Estos mensajes advierten a la población de que se esperan fenómenos que tienen el potencial de generar daño al ambiente o a la vida y bienes de las personas.

 Son mensajes de carácter preventivo. Son pronósticos y se emiten antes de la ocurrencia del fenómeno. Su finalidad es que las personas y los organismos puedan actuar y tomar decisiones que minimicen las consecuencias de estos fenómenos.

Las alertas se actualizan rutinariamente 2 veces al día. Todos los días a las 6 de la mañana y a las 6 de la tarde se actualizan todas las alertas. Si la situación meteorológica lo requiere, se realizarán actualizaciones extras fuera de dichos horarios.

Permiten una mejor percepción del riesgo al incorporar colores. Las alertas pueden tener 4 niveles que se representan con diferentes colores: verde, amarillo, naranja y rojo.

Son 5 los fenómenos que se alertan: tormenta, lluvia, viento, nevada y viento zonda. Cada uno de ellos puede adquirir cualquiera de los colores de los niveles de alerta.

El nivel de alerta depende de 3 factores. Se tienen en cuenta los siguientes parámetros y criterios: intensidad del fenómeno, factor adverso y probabilidad de ocurrencia de un evento meteorológico que representa una amenaza; se considera también la incertidumbre propia de los pronósticos.

Las alertas se emiten para áreas de Argentina. Son 168 regiones con características homogéneas, según patrones meteorológicos y geográficos, con tamaños similares a los de los partidos/municipios/departamentos y que, en el SAT, normalmente mantienen los nombres del municipio en el que se encuentran. Al existir municipios o departamentos con distintos niveles de altura, sus características no se mantienen homogéneas. Por eso se diferenciaron las regiones, asignando nomenclaturas especiales de fácil identificación por el público.

 Un área puede tener más de una alerta simultáneamente. En menos de 24 horas, una misma zona puede ser afectada por más de un fenómeno con potencial de generar daños y en estas situaciones se requiere la emisión de más de una alerta. Puede haber para una ciudad, por ejemplo, una alerta nivel amarillo por viento y una alerta nivel naranja por tormentas. En estos casos, al consultar el pronóstico y el estado del tiempo vas a encontrar los símbolos de alerta con su respectivo nivel debajo del nombre de la localidad consultada en www.smn.gob.ar.

La evolución de las alertas se grafica en una línea de tiempo. Esta herramienta da información sobre cuándo se espera que comience el fenómeno alertado, cuándo se prevé que finalice y cómo va a evolucionar el nivel de alerta en las próximas 24, 48 y 72 horas.

Recomendaciones para cada tipo de alerta. Junto a la alerta vas a encontrar una serie de recomendaciones que te van a ayudar a prepararte para esa situación meteorológica.