Asalto al corralón: la mujer policía brindó datos claves
El fiscal Francisco Assat sostiene que Analía del Valle Gil conocía los movimientos del comercio.
Cuando el fiscal Francisco Assat mencionó que efectivos de la Dirección de Investigaciones ubicaron el Fiat Cronos gris de Analía del Valle Gil en la casa del único prófugo un día después del asalto en Los Molles-El Suyuque, y que un sobrino de ella trabajaba en el corralón propiedad de Juan Guzmán, los ojos de la suboficial se llenaron de lágrimas. Es que con esa conexión, Assat acusó a la mujer como una de las autoras de robo calificado por el uso de arma, por ser en despoblado y en banda, agravado por ser miembro de la fuerza de seguridad y solicitó 120 días de prisión preventiva.
Durante la audiencia de formulación de cargos, ayer a la 10 de la mañana, el fiscal expuso su teoría del caso. Según la investigación, el sábado 20 de enero en un local emplazado en el kilómetro 19,5 de la autopista 25 de Mayo, Lola Saavedra, Silvia Farías, Alejandra Bravo, Martín Barrera y Jonathan Iván Pizarro ingresaron, amenazaron, golpearon y ataron al dueño, y le robaron más de $350.000 y 1.700 dólares.
El fiscal aseguró que Gil “brindó un aporte imprescindible” para que se concretara el violento robo. La mujer les facilitó a los asaltantes información sobre las condiciones del lugar, el propietario e incluso sobre el dinero que había recibido previamente. El representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) comenzó a barajar esa hipótesis cuando se enteró de que un sobrino de la implicada trabajaba en el negocio de Guzmán. “Sabía sobre los movimientos del lugar, la edad de la víctima (62 años) y el difícil acceso al lugar”, agregó.
Por el hecho ya cumplen prisión preventiva por 120 días Lola Saavedra, Silvia Farías, Alejandra Bravo y Martín Barrera, todos nacidos en Mendoza y quienes, según el MPF, habrían llegado concretamente para cometer el ilícito.
Las tres mujeres acudieron al negocio ese sábado a las 15:30 a pedir un presupuesto para una pileta. Luego volvieron al lugar alrededor de las 17:30, pero buscaban mayores precisiones.
El dueño las hizo pasar y en ese momento irrumpieron dos hombres: Barrera y Pizarro (aún buscado por la Justicia). El primero le puso un cuchillo en el cuello mientras que el otro lo amenazó con una escopeta y luego lo maniató con cables. La víctima entregó $50 mil que tenía encima, pero los delincuentes sabían que el hombre tenía más y dieron con $300 mil que estaban en una bolsa en un lavarropas. Luego le quitaron las llaves de su camioneta, de allí tomaron un maletín que estaba debajo de un asiento y que tenía los dólares.
Los cuatro primeros implicados fueron capturados el 22 de enero camino a San Juan, en La Tranca. Los investigadores hallaron más indicios de la participación de la mujer cuando allanaron un domicilio en La Punta donde vive quien hoy está prófugo. Allí encontraron el cuchillo y restos quemados del maletín del comerciante.
Además, determinaron que el día del robo, el vehículo de Gil estuvo en el ingreso al corralón, alrededor de las 12:20, que había pasado por la zona y que un día más tarde estuvo en la vivienda de Pizarro.
Como pruebas del “aporte indispensable” que hizo la mujer, Assat sumó fotos y videos del celular de una de las implicadas donde también se ve el auto de la suboficial.
Entre los fundamentos de la prisión preventiva, tuvo en cuenta el peligro de fuga, el entorpecimiento a la investigación y la integridad de la víctima. El abogado del comerciante, Jorge Sosa, adhirió a los planteos del fiscal y mencionó que dos días antes del robo, la mujer había estado en el corralón intentando abrir una tranquera.
Gil se abstuvo de declarar y su abogado, Ricardo Gutiérrez Esley, consideró que la acusación fue “una sumatoria de conjeturas”, y que no existen pruebas en contra de la mujer. Finalmente, solicitó prórroga de la detención por 8 días, tiempo que ocupará en reunir elementos para morigerar la situación procesal de su clienta.
Redacción/MGE


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