Liberan al policía y a los otros dos cuatreros que robaron una vaca, pero siguen imputados
El fiscal había pedido que fueran encarcelados dos meses, pero la medida fue desestimada. No obstante, además del abigeato, a los tres acusados se les sumaron otras imputaciones por portación de armas de fuego.
Luego de ocho días de encierro en la comisaría de Unión, el policía Sebastián Fernando Julián, su hermano Ángel Alejandro Gómez y su amigo Jordan Marcelo Suárez recuperaron la libertad el mediodía de este jueves. No obstante las imputaciones en su contra por abigeato, por haber faenado y robado una vaca de un campo del sur, no solo siguen en pie sino que se les sumaron otras, por portar armas de fuego.
El juez de Garantías de Villa Mercedes, Alfredo Cuello, decidió admitir los cargos que la Fiscalía le endilgó a los tres hombres. De esa forma quedaron imputados como coautores del delito de "Abigeato triplemente agravado por participar personas que se dedican a la crianza y comercio de ganado, por la participación de tres personas y por la participación de un funcionario público", señaló el magistrado y aclaró que, en el caso de Julián, se le agrega una pena accesoria por ser policía.
También aceptó las imputaciones de los tres por el delito de "Portación de un arma de uso civil" y le sumó al efectivo policial la de "Tenencia de un arma de uso civil condicional", compatible con un arma de guerra, porque en su dormitorio hallaron una carabina, de la cual no es legítimo usuario y tampoco la tiene registrada.
Hacia el final de la audiencia, el fiscal adjunto Marcelo Palacio solicitó para los hombres la prisión preventiva por los siguientes 60 días. Argumentó que existe peligro de fuga, porque cuando quisieron identificarlos casi atropellaron a un policía huyendo a más de 140 kilómetros por hora; además de que uno de ellos le mintió al efectivo al decirle que la vaca faenada que llevaban acababan de regalársela, para darle de comer a los perros.
Refirió que como Julián y Gómez pertenecen a una familia que cria y vende animales cuentan con los medios económicos hasta para salir del país. Y, por último, indicó que Unión es un pueblo de 2 mil habitantes, en el que todos se conocen, y es muy posible que traten de entorpecer la investigación influenciando a los testigos.
Ariel Becerra, el abogado de los cuatreros, explicó que no existe ni riesgo de entorpecimiento de las averiguaciones ni peligro de fuga. "Han sido detenidos prácticamente in fraganti en ¿qué pueden entorpecer la investigación?", expresó. También dio a entender que era exagerado el planteo del fiscal al sostener que se trata de una banda que se dedica al robo de ganado. "Claramente fue un hecho aislado porque no hay otras denuncias y tampoco ninguno de mis clientes tiene antecedentes", manifestó.
Durante la audiencia, el representante del Ministerio Fiscal pidió que los tres celulares secuestrados a los imputados sean peritados para extraer información almacenada desde el 1° de octubre al 8, es decir el día del abigeato. "Los consideramos una banda preparada y armada y por eso queremos investigar si hay más personas que puedan realizar aportes, a partir de lo que pueda surgir de sus comunicaciones", fundamentó.
Palacio también resaltó que, aunque haya estado de franco de servicio, eso no morigera la situación de Julián. Subrayó que existe un "estado policial" que lo afecta aunque esté de franco, vacaciones, sin uniforme e incluso retirado.
Finalmente el juez decidió no hacer lugar al pedido de prisión preventiva y ordenó la inmediata libertad de los tres. Explicó que el hecho de que sean jóvenes (Gómez tiene 27, Suárez 28 y Julián 39) y de que tengan familias con niños pequeños influencia su decisión. Sin embargo estableció ciertas pautas que deberán seguir, como presentarse todos los meses en la comisaría y no mantener contacto de ningún tipo con los testigos. Les advirtió que si se entera de que han violado alguna de esas condiciones podría cambiar su resolución.


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